El presidente Gustavo Petro desató una tormenta política al lanzar duras críticas contra los congresistas que rechazaron la reforma tributaria, calificándolos como “malditos”.
Durante un evento en Cartagena, Petro no solo expresó su frustración, sino que también anunció recortes presupuestales y cargó contra figuras políticas y empresas del sector energético. Estas declaraciones han generado un intenso debate sobre el tono y la estrategia del mandatario.
En su discurso, Petro no escatimó en calificativos: “Malditos congresistas. Maldito el parlamentario que a través de las leyes destruye la prosperidad de su propia tierra, de su propio pueblo”, dijo, tras señalar directamente a miembros de la bancada Caribe.
Según el mandatario, los parlamentarios no tuvieron “la valentía” de defender a su región, especialmente en la votación de artículos que buscaban reducir las tarifas de energía eléctrica en el Caribe.
El hundimiento de la reforma tributaria ha puesto en jaque al Gobierno, que buscaba recaudar más de $9 billones para el presupuesto del próximo año. Petro argumentó que esta decisión podría llevar al país al “default”, es decir, al incumplimiento de sus obligaciones internacionales: “Nos llevaron casi al borde del default… lo que se hizo ayer es gravísimo contra el pueblo.”
Petro también anunció la ruptura de relaciones con las comisiones económicas del Congreso, responsables de proyectos clave como la reforma laboral. Esta decisión, según analistas, podría dificultar aún más el avance de las iniciativas gubernamentales en un Congreso donde el gobierno ya enfrenta resistencias significativas.