El equipo del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, trabaja en un plan estratégico para poner fin a más de dos décadas de chavismo en Venezuela.
Entre las medidas en evaluación se encuentra la posible revocación de la licencia otorgada a la petrolera estadounidense Chevron, acción que podría desestabilizar la frágil cohesión del régimen de Nicolás Maduro.
Fuentes cercanas al equipo de política exterior de Trump han señalado que se explora una salida negociada que llevaría a Maduro al exilio en un plazo menor al esperado. “No nos importaría lo más mínimo ver que Maduro comparte vecindario con (Bachar al) Asad en Moscú”, comentó una fuente a Axios, en referencia al posible destino del líder venezolano.
El plan también incluiría medidas para debilitar los pilares económicos y políticos que sostienen al régimen, en un esfuerzo por acelerar la transición democrática en el país sudamericano. La estrategia se enmarca en el interés de la nueva administración por revertir la influencia chavista en la región y fomentar un cambio de gobierno en Venezuela.
Este enfoque plantea interrogantes sobre las implicaciones económicas y diplomáticas de las acciones propuestas, especialmente en relación con la industria petrolera y los intereses estadounidenses en la región. Hasta el momento, no se han ofrecido detalles oficiales sobre el alcance de las medidas ni el cronograma previsto para su implementación.