No cayó del todo bien entre los concejales de Barranquilla el anuncio hecho desde Cartagena por el Grupo EPM sobre la posible adquisición del 51% de las acciones de la empresa Triple A, pues temen que el Distrito de Barranquilla “pierda el control” de la compañía y no tenga injerencia en las decisiones claves que se deban tomar respecto al suministro de agua, aseo y alcantarillado en 14 municipios, sumando a la capital del Atlántico.
Una primera reacción fue la del concejal Richard Fernández, quien no ve con muy buenos ojos la adquisición del paquete accionario por parte del Grupo EPM, pidiendo que se analice la compra con mayor “precaución” y detenimiento para evitar que el Distrito de Barranquilla pierda soberanía sobre la empresa Triple A.
“Yo califico esa llegada de EPM no con muy buenos ojos, por lo que me gustaría que se analizara con más precaución, teniendo en cuenta que estamos hablando de los intereses de la ciudad de Barranquilla, pues la empresa Triple A es un bien activo que debe mantenerse público”, explicó Fernández
Otras de las voces de preocupación que se sumó a la llamada alianza ‘Medellín-Barranquilla’ fue la del concejal Antonio Bohórquez, quien convocó un debate de control político en la plenaria del Concejo de Barranquilla para que se esclarezcan las condiciones en las que se han dado las negociaciones con el grupo EPM.