Antes de que se cumpliera el año de gobierno, el presidente Gustavo Petro tuvo dos bajas importantes en su equipo. En medio de un escándalo por un dinero perdido, supuestas chuzadas y el posible uso ilegal de polígrafo contra una empleada doméstica, Laura Sarabia, quien era su jefe de gabinete, renunció.
En este lío político también se vio involucrado Armando Benedetti, exembajador de Colombia en Venezuela, quien fue citado por la Fiscalía para rendir cuentas por afirmar que hubo una supuesta financiación ilegal durante la campaña política del hoy Jefe de Estado.
Y aunque el presidente trató de mantenerse al margen de la situación, este sábado se expresó abiertamente sobre lo ocurrido entre Sarabia y Benedetti, dio su opinión y aclaró puntos importantes para la opinión pública.
En entrevista con la revista Cambio, Petro aseguró que lo que pasa entre ellos es una “pelea, un tema de celos de poder”, sobre todo por parte de Benedetti contra Laura, porque ella “estaba más cerca” de Petro que el exembajador de Colombia en Venezuela.
“A mí me asusta porque yo a veces me miro (risas) y yo no me siento presidente, pero no soy yo el que desata eso, es el poder y desata cosas muy feas. Yo siempre lo he dicho: el poder es una droga y matan por eso”, presidente Petro.
Petro agregó que conoció a Sarabia por Roy Barreras, pues ella era su secretaria.
De Laura le gustó que era una mujer “muy eficiente y eficaz” y por eso la “mantuvo cerca” de él. Esto, al parecer, no le gustó a Benedetti y se sintió “muy dolido”. Sobre todo al ver que otras personas, además de Sarabia, ocupaban “sitios de decisión”, como Roy Barreras, quien fue el presidente del Senado.
“Yo le he pedido que se cuide mentalmente. ¿Que estuviera borracho? No sabemos, él se nota que está alterado. Él combina un sentimiento que es ese celo cierto contra Laura, que estaba más cerca de mí, obvio. Benedetti lo teníamos en Venezuela, entonces estaba alejado. (…) Y entonces, en medio ya del alcohol, lo expresa presionando y yo creo que él lo reconoce. No fue bien, no fue, no estuvo bien, pero eso se vuelve público”, explicó el presidente de Colombia.
Según el presidente, una llamada desde Bogotá lo alertó del peligro que
corría el fiscal, mientras él estaba en Brasil cumpliendo su agenda. Petro
explicó que “inmediatamente” pidió que reforzaran la seguridad de Barbosa y una
reunión con el ministro de Defensa para terminar de precisar dicho esquema de
protección.
“Es por prevención, no porque yo sepa si sí o no. Ellos se reúnen con la cúpula
militar, entonces allí, pues se acuerda. Y eso pasa ese día. Al fiscal no le
gustaron las declaraciones de Danilo Rueda y entonces al siguiente día hay
una tormenta política”, dijo.
Esto, al parecer, porque hubo una mala jugada por parte de Barbosa. Petro
contó que entre ellos acordaron, además de brindarle más protección, “no
atacarse”, pero la historia fue otra.