La emergencia invernal en San Vicente de Chucurí, Santander, ha desatado un cruce de acusaciones entre el alcalde Óscar Sanmiguel y el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Carrillo. Más de 400 familias han resultado damnificadas debido a la crecida de la quebrada Las Cruces, y una persona ha perdido la vida.
El desacuerdo comenzó después de un sobrevuelo conjunto de Carrillo y el gobernador de Santander, Juvenal Díaz, por las zonas afectadas. El alcalde Sanmiguel expresó su descontento por lo que consideró una respuesta tardía de la UNGRD, señalando que las ayudas humanitarias enviadas por el Gobierno Nacional fueron insuficientes.
Carrillo respondió a las acusaciones calificándolas como parte de un “show mediático” y negó cualquier sesgo político en la gestión del desastre. “Mi dirección no ha tenido ningún tipo de matiz político”, afirmó Carrillo, quien además subrayó que el alcalde no había cumplido con su parte en el protocolo de respuesta del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo.
El director de la UNGRD explicó que la ayuda para el municipio se enviará una vez el alcalde entregue un censo oficial de los damnificados. “Cuando el señor alcalde haga su trabajo, enviamos la ayuda”, expresó Carrillo, refiriéndose a los procedimientos establecidos para la atención de emergencias.
A pesar de la tensión, el director aseguró que ya se están tomando medidas para atender la crisis, como el envío de agua potable en carrotanques y el compromiso de reconstruir los acueductos afectados en conjunto con la Gobernación de Santander. Además, destacó la inversión de más de 10.000 millones de pesos en obras para la región.
Carrillo concluyó que no tiene intención de entrar en disputas políticas con el alcalde, y destacó que su prioridad es cumplir con la ley y brindar apoyo efectivo a las víctimas de la emergencia.