“Insólito”, ha sido toda la situación judicial que debería enfrentar Enrique Vives Caballero como indiciado en el caso de la muerte de los seis jóvenes que arrollo bajo efectos del alcohol en el sector de Gaira en santa Marta.
Mientras familiares de las victimas esperaban en las afueras de medicina legal la entrega de los cuerpos desmembrados de sus seres queridos como consecuencia de la mezcla del alcohol y las llaves para el volante (claro está), el acaudalado y reconocido empresario estaba acostado en una cómoda clínica de la ciudad pasando la resaca conectado a una maquina que no hace más que medirle el ritmo cardíaco y la presión arterial, que posando con los ojos cerrados, luce una biblia nueva a un costado, que en ningún momento se ha visto estudiar y mucho menos leer.
Ahora en este nuevo amanecer del día jueves, “ohh sorpresa” ha sido remitido Vives a una clínica de reposo y el comandante de la Policía de Santa Marta, coronel Jesús Manuel de los Reyes, quien en su momento dispuso de “custodios” para el indiciado en la clínica Perfect Body donde estaba siendo atendido, hoy, se muestra sorprendido diciendo que desconocía acerca de dicho traslado a una clínica de reposo y se limita a decir simplemente “A mí no me dijeron“.
Resulta inexplicable cómo el empresario Enrique Vives, quien debería estar bajo una verdadera custodia y sometido a las leyes judiciales establecidas, se pase por encima todo tipo de procedimiento legal y que con esta acción, nadie pueda explicar qué pasó?, pues si la juez del caso había dictaminado que el capturado no podía moverse de dicho centro médico, la Fiscalía tampoco autorizó nada y ahora el Coronel De los Reyes exclama “A mí no me dijeron“, entonces asalta el interrogante de quién fue el que lo autorizó?
Para el coronel Jesús Manuel de los Reyes, comandante de la Policía de Santa Marta, en horas de la mañana expresó en un medio nacional que el médico que atiende al capturado, dio un parte sobre “estrés emocional a raíz del hecho… Por lo que se dispone a trasladar a una clínica de reposo”.
Dicho parte no fue conocido ni por la juez del caso, ni por el fiscal, razón por la que aún no se entiende quién fue el que autorizó el traslado de Enrique Vives.
¿Qué está pasando?