Aunque el proceso contra el presunto autor de la muerte del infante de Marina Yorman Andrés Pena Remicio, su compañero Santiago Becerra Martínez, ha avanzado, hasta tal punto que un Juzgado Penal Militar lo mandó a prisión intramural por los hechos, todavía hay muchas dudas en torno a lo que realmente sucedió y su familia clama justicia. En búsqueda de información que ayude a entender claramente sobre lo ocurrido el pasado 28 de enero en el interior de la Base de Entrenamiento de Infantería de Marina en Coveñas, El Propio remitió directamente a la institución una consulta oficial con varias preguntas.
De las cuatro preguntas solo fueron respondidas, de forma escueta, sin precisión, tres.
Solicitamos en primer lugar las circunstancias en las que habían ocurrido el suceso que desencadenó la muerte, pero la Base se limitó a decir que “frente a las circunstancias en las que se desencadenó el lamentable fallecimiento de nuestro Infante de Marina, la Base de Entrenamiento de I.M., considera prudente que sean las autoridades jurisdiccionales las que en el curso del proceso, arrojen claridad frente a la consumación de los hechos, toda vez que, un pronunciamiento que se pudiese realizar sin tomar en consideración lo que arrojen las investigaciones de las autoridades competentes, podría desencadenar focos de desinformación”.
Teniendo en cuenta igualmente que este medio tuvo conocimiento, que el problema de los jóvenes se dio por un teléfono móvil, la institución militar se abstuvo de dar detalles, indicando que no tienen registros de rencillas entre ambos. “A la fecha no obra información en la Unidad que conduzca a establecer que se presentaron inconvenientes entre el infante de marina Pena Remicio Yorman (Q.E.P.D) y el posible autor del homicidio, con antelación a los hechos es materia de investigación”, respondieron de forma escrita.
Ante la pregunta sobre qué acciones hace la institución para contrarrestar este tipo de situaciones entre compañeros con el fin de evitar resultados nefastos como este, la Base informó que tiene implementado un plan de estudio para cursos de capacitación y entrenamiento, destinado para el personal de infantes de marina que prestan el servicio militar, que incluye en su contenido programático las normas atinentes al decálogo de seguridad con las armas de fuego, las cuales, son extraídas de los manuales doctrinarios de la Armada Nacional.
“La difusión del decálogo de seguridad con las armas de fuego a bordo de los Batallones de Infantería de Marina, adscritos a la BEINM, es de obligatorio cumplimiento. Esta capacitación tiene como finalidad, concientizar al personal sobre el uso adecuado con el material de guerra e intendencia para prevenir situaciones que representen un peligro para el personal de la Unidad o para la población civil. Aunado a lo anterior, de manera constante, se llevan a cabo por conducto de los sargentos mayores de las unidades, campañas de preservación de la fuerza, que conduzcan a mitigar situaciones que pongan en peligro la vida e integridad del personal de la Armada Nacional que componen la guarnición de Coveñas”, aseguraron.
Soñaba en grande
“Los sueños de mi hijo eran muy grandes, lastimosamente la vida no le dio hasta allá. A veces cuando las personas son buenas no duran, pero mi hijo era un gran hombre, no sé porqué me lo quitó la vida”. Con estas emotivas palabras Ramón Pena recuerda a su hijo Yorman Andrés Pena Remicio, un joven que a su corta edad (19 años), visualizaba proyectos para un mejor futuro. Ramón, en una entrevista con este medio contó que él esperaba que la familia de Santiago Becerra Martínez presunto asesino de su hijo, lo llamara y le dijeran algo en relación a lo ocurrido, pero un mes y nueve días después de la tragedia, no han tenido ese acercamiento.
Santiago Becerra Martínez, presunto asesino del infante de marina Yorman Pena
“Creí que los familiares del muchacho, que accionó el arma contra mi hijo nos llamarían a decirnos algo, pero la verdad eso no ha sucedido”, indicó el padre del joven Yorman. El día que se dio el crimen del infante regular Yorman Pena Remicio, se encontraba dialogando con su papá a través de una videollamada
El progenitor de la víctima contó que alcanzó a escuchar cuando algunos compañeros de Yorman, en un tono desesperado le decían al presunto homicida “la embarraste”. “Estábamos en una videollamada, mi hijo me envía una fotos de él y me dice donde estaba de centinela, hablábamos de lo que él quería hacer durante el servicio que estaba cumpliendo y de un momento le dan un tiro. Mi hijo cae al suelo, alcanza a grabar a los soldados que lo socorrían y un cabo que se encontraba ahí le decía a un soldado “marica la embarró”, relató aquel 28 de enero el papá del occiso. Asimismo indicó que su hijo no era un joven de problemas, su mayor sueño era estar en la Armada Nacional, institución donde sus sueños fueron truncados. Cada vez que hablaba con su hijo le recordaba que contara con él ante cualquiera situación que lo afectara.
Aceptó que lo mató
El infante Becerra Martínez, quien enfrentó un proceso penal por el delito de homicidio, aceptó que mató a su compañero Yorman, ilícito que hoy lo tiene tras las rejas. Un Juez Penal Militar de Control de Garantías lo cobijó con medida de aseguramiento intramural. Pena Remicio, llevaba 8 meses prestando su servicio militar, en Coveñas (Sucre). El deceso de Yorman se dio en una clínica de Lorica (Córdoba) tras el impacto que recibió en uno de los intercostales.
Su padre Ramón contó que el proyectil le afectó varios órganos internos que causaron su muerte. Asimismo, indicó que en el desarrollo de las audiencias, la Fiscalía reveló que tres días antes al presunto asesino le habían entregado la dotación y desde el lunes 27 de enero Santiago Becerra se la pasó manipulando el fusil. “Desde el día lunes él (Santiago), empezó a sacar un proveedor y así sacar la bala de la recamara. Un compañero ya le había dicho que dejara de estar haciendo eso porque le podría disparar a alguien”, puntualizó Ramón.