Este 23 de enero comienza el calendario escolar para los colegios públicos de Barranquilla y con ello salen a flote los requerimientos básicos para una buena gestión educativa. Al tablero deben pasar aspectos importantes tales como:
Control de los altos costos de útiles escolares: Actualmente desbordan la capacidad financiera de la mayoría de padres de familia.
Mejoramiento de la infraestructura: Hay esfuerzos del gobierno local producto de las apropiaciones presupuestales que se hicieron con la aprobación del presupuesto 2023 a finales del año anterior, pero aún faltan recursos debido a que no ha habido asignación por parte del gobierno nacional. Hay que insistir para que la comunidad educativa pueda dar mejores resultados a partir de ambientes educativos más apropiados.
as herramientas para el acceso a Internet deben fortalecerse. Urge que los operadores se pongan la camiseta, se comprometan aun más para garantizar un buen servicio, el cual es un apoyo esencial a la calidad. Todavía hay sitios donde no llega el Internet. Algunos ejemplos se visibilizan en la vereda las nubes y en la vía a la prosperidad, entre otros sectores que prestan un servicio deficiente o no cuentan con este. Las empresas responsables del servicio deben garantizar cobertura y calidad, no solo en las escuelas sino también en ejes estratégicos.
Por otro lado, ¡qué bueno empezar el año con buenas noticias! Hemos respaldado el bilingüismo para todas las escuelas por un lapso de ocho años, así lo aprobamos mediante el Acuerdo del Concejo de Barranquilla, garantizándole al gobierno distrital, a través de la Secretaría de Educación, los recursos para financiar este programa que de seguro será fundamental para la competitividad, el emprendimiento y la inclusión. Sumamos a esto el cuantioso esfuerzo por fortalecer al ITSA Barranquilla y a la Universidad al Barrio, que aseguran los estudios tecnológicos para nuestros jóvenes, refrendando así el compromiso con la educación.
Me acompaña la certeza de que el trabajo articulado, en conjunto con el esfuerzo de padres de familia, maestros, estudiantes y el mayor compromiso de sectores productivos, nos permitirán avanzar en materia educativa, así como una mejor infraestructura y un servicio de conectividad con calidad. De esta manera Barranquilla seguirá mejorando los indicadores educativos y si involucramos más universidades en la formación docente, pero también en el acompañamiento de
innovación y ciencia, vamos a progresar el doble.
Cómo todavía falta mucho por hacer, tenemos que permanecer en actitud de mejora. Reconocemos que ningún país, ninguna sociedad, se desarrolla sin educación, así es que la invitación es a que hagamos juntos la tarea.