Eduardo Verano de la Rosa
Cuenta X: @veranodelarosa
Artículo de opinión
Se agitan las voces del Atlántico, la convulsión social por la reanudación del cobro del peaje Papiros ubicado en la Vía al Mar en el municipio de Puerto Colombia y la confirmación por parte del Ministerio de Transporte del impuesto de valorización para la zona norte del departamento son dos noticias que dan un puñetazo a las finanzas de los ciudadanos que ven cómo se toman este tipo de decisiones en medio de las dificultades económicas que afrontamos en todo el país.
Sobre estas dos medidas hay un rosario de argumentaciones —todas válidas— entre los funcionarios del orden central que las defienden amparados en la falta de recursos del fisco y la de los ciudadanos y distintas fuerzas vivas del departamento que chocan de manera frontal por las implicaciones que tiene en el bolsillo de la gente.
Sobre la reanudación del cobro del peaje Papiros y sin querer reducir este asunto a lo meramente económico, hay que precisar que en año y medio de conversaciones entre la ANI, el Ministerio de Transporte, la concesión Ruta Costera, la asociación de usuarios y demás ciudadanos interesados se han realizado 28 reuniones cuyos acuerdos no se han cumplido a cabalidad lo que tiene a la gente con un inconformismo entendible.
En relación con la valorización, con la ministra de Transporte, María Constanza García, se acordó eximir del impuesto a los predios de estratos 1, 2 y 3, hecho que nos parece apenas razonable, aunque lo ideal es que se desistiera porque la vía que motiva este cobro aún está en construcción.
La otra cara de la moneda está en la sinergia sincera, abierta y coherente que debería existir en los diferentes niveles de gobierno (alcaldías, distritos, gobernaciones y nación) y, entre estos y la academia y el sector privado.
Hace unos días en la Universidad Simón Bolívar, en Barranquilla, entregamos a Vart, un dispositivo que descubre la retinopatía en bebés prematuros con el uso de inteligencia artificial que fue desarrollado por talento atlanticense y con recursos de la Gobernación del Atlántico provenientes del Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Sistema General de Regalías.
Vart es una herramienta innovadora y útil porque la retinopatía en prematuros es una enfermedad que puede causar ceguera irreversible si no se descubre a tiempo. Según cifras de la Clínica Oftalmológica del Caribe, en Colombia egresan de los centros hospitalarios 10.000 niños prematuros, sin embargo, solo hay 150 especialistas en el país para diagnosticar este tipo de patologías, por lo cual la cobertura universal en tamizajes es compleja.
En consecuencia, la importancia del dispositivo es mayúscula porque con un entrenamiento básico un operador puede identificar esta enfermedad.
Lo clave aquí fue esa sinergia sana de una administración departamental que gestionó recursos de regalías del Gobierno nacional, que vinculó a la academia a través de la Universidad Simón Bolívar y, que a su vez, conectó con la empresa privada, es decir, la Clínica Oftalmológica del Caribe para que ambas conjugaran su experticia y así producir esta herramienta que brinda un beneficio insuperable para estos neonatos.
Por el contrario, en el caso de Papiros y el impuesto de valorización son decisiones del centralismo que muchas veces desconoce las realidades de los territorios y simplemente toman determinaciones que ignoran la autonomía de las regiones.