Colombia registra a la fecha ya más de 5 millones de casos confirmados por Covid, los fallecidos por esta causa superan los 127 mil y los casos activosactuales rondan los 12 mil pacientes. Cifras que demuestran que el impacto que el coronavirus ha tenido en el país aún no cesa y por tanto se debe continuar con la vacunación y cumpliendo las medidas de bioseguridad para evitar la propagación del virus y lograr el beneficio de la protección con la inmunización definida por el Gobierno Nacional con el Plan Nacional de Vacunación.
Sin embargo, sin desconocer la importancia de continuar enfrentando la pandemia que sigue vigente por el coronavirus, no pueden dejarse de lado en Colombia otros eventos que son de interés en salud pública y que de manera especial se disparan en su aparición en el territorio nacionalgenerando afectación a la población en esta época de lluvias.
De esos eventos de interés en salud pública el que más preocupación genera es el dengue, que coincide con la temporada de lluvias y calor en diferentes zonas del país, circunstancias climáticas que resultan ideales para la reproducción del mosquito transmisor de esta enfermedad, el Aedes aegypti. Esta situación se evidencia especialmente en poblaciones que viven o se desplazan a zonas por debajo de los 2.200 metros sobre el nivel del mar donde vive dicho mosquito transmisor.
Como la pandemia por Covid, así también el dengue está presente en el país y es una prioridad en salud pública a nivel nacional. Esta enfermedad generalmente se presenta en forma de picos epidémicos cada cierto tiempo (generalmente cada 2 a 3 años, siendo el último de estos en 2019 y 2020). Se espera entonces que con la actual ola invernal los casos de dengue se disparen al cierre del 2021 y se prolonguen hasta inicios del 2022. Por eso resultan muy importante las medidas que se adopten para su prevención, control y mitigación para poder minimizar el impacto de un nuevo ciclo de esta enfermedad.
Para ello, merecen especial atención dos grupos poblacionales cuya atención y cuidado deben ser prioridad por parte de las autoridades de salud: los niños y los mayores de 65 años. Estos últimos son más susceptibles a presentar complicaciones por la presencia de comorbilidades que junto con el virus del dengue transmitido por el mosquito Aedes aegypti, pueden incrementar la gravedad de la enfermedad e inclusive llevar a la muerte de estas personas.
Como se sabe, estos dos grupos poblacionales (niños y mayores de 65 años), permanecen una mayor tiempo dentro de las viviendas, que es el ambiente con mayor presencia de criaderos del vector transmisor de la enfermedad: albercas, tanques altos, floreros, bebederos de mascotas y otros elementos que almacenan agua.
Las recomendaciones de las autoridades de salud por eso contemplan el uso de repelentes, toldillos, lavado y cepillado de las albercas, cambiar de manera permanente el agua de floreros y bebedores de mascotas, así como tapar los recipientes de agua.
La comunidad debe estar atenta ante cualquier sospecha de la enfermedad y por eso con la aparición de cualquier síntoma (fiebre, dolores musculares o de las articulaciones, dolor detrás de los ojos, dolor de cabeza, erupción cutánea) o algún signo de alarma (hemorragias, dolor abdominal intenso, vómito y diarreas persistentes), debe acudirse inmediatamente al médico.
En estos momentos de reactivación social en la que se favorece un mayor movimiento poblacional, el riesgo del dengue se incrementa y por tanto deben ser prioridad las acciones estratégicas para prevenirlo, controlarlo y mitigarlo.
Además del dengue existen otras cinco enfermedades que motivan la preocupación de las autoridades sectoriales en el país y que se relacionan también precisamente con las condiciones climáticas de fin de año y que se presumen perdurarán hasta febrero del 2022. Estas cinco enfermedades son: chikunguña y zika, (también transmitidas por mosquitos del género Aedes), la malaria, la leptospirosis y la infección respiratoria aguda.
Las regiones, departamentos, distritos y municipios en Colombia donde se presume aparecerán estas seis enfermedades de interés en salud pública en este final del 2021 e inicios del 2022 son de conocimiento del Ministerio de Salud y Protección Social y las autoridades territoriales. Ese hecho debe servir para que en los sitios ya identificados, se generen las estrategias de prevención de estas enfermedades con la participación de los actores intervinientes en los sistemas territoriales de salud (direcciones de salud, aseguradores y prestadores públicos y privados) y especialmente de la comunidad.
En síntesis, si bien en el marco de la actual pandemia la atención de la gran mayoría está centrada en el contagio y la enfermedad que genera el coronavirus, existe también un grupo de enfermedades transmisibles que afectan la salud de los colombianos, que no se pueden desconocer y que deben ser prevenidas y atendidas como lo que realmente son: prioridades en salud pública en los diferentes territorios del país.
El dengue, el chikunguña, el zika, la malaria, la leptospirosis y la infección respiratoria aguda también pueden generar condiciones de severidad en quienes las padecen y pueden conducir también a la muerte cuando las complicaciones superan el manejo médico ante diagnósticos tardíos. Por eso, si bien en Colombia hay que seguirle teniendo miedo al coronavirus por el probable cuarto pico que se anuncia por la presencia de la variante delta en el presente mes de noviembre, también hay que tenerle miedo a las otras seis enfermedades transmisibles que se han mencionado, trabajando de manera articulada y proactiva los diferentes actores del sistema de salud junto con la comunidad en su prevención, control y mitigación.
Solo de esa forma, teniendo presente la pandemia por Covid pero sin olvidar las otras seis enfermedades aquí citadas, es que Colombia podrá enfrentar de manera exitosa estos nuevos retos en la salud pública.