Por: Juan Roa De Ávila
Este viernes 7 de junio se cumple un mes del plazo que le dio presidente Petro al Ministro de Minas, Andrés Camacho, para que procediera con la reducción de las tarifas de energía en el Caribe.
La orden impartida por el Jefe de Estado se dio en el espacio ‘Gobierno en los barrios populares’, en Barranquilla.
La promesa de bajar las tarifas de energía, particularmente en la región Caribe, que es en donde más agobiados están los usuarios, por tener las tarifas más altas del país –con $1.000 el KWH–, es lo más parecido al famoso cuento del gallo capón de Gabriel García Márquez.
En total, se han realizado tres cumbres del Gobierno con gobernadores, alcaldes y parlamentarios de la región, tanto en el Palacio de Nariño como en Sincelejo y Cartagena, que han servido como espacios para la retórica y de acciones nada.
Lo más desconcertante y desesperante para los usuarios es lo acontecido recientemente: el presidente Petro anunció que el Gobierno Nacional asumiría la deuda que tiene con el agua al cuello a los usuarios con las empresas prestadoras del servicio, por cuenta de la opción tarifaria que asciende a $5 billones. Luego, el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, declaró que solo se asumiría los $2.8 billones que, según él, corresponde a la deuda de los consumidores de los estratos 1, 2 y 3.
Los ciudadanos pasaron de la sorpresa al asombro al conocerse que, para asumir esta deuda por parte de la Nación, se requiere tramitar una Ley, en momentos en los que la actual legislatura llega a su final en dos semanas.
De asumir el Gobierno Nacional el pago de la deuda de la opción tarifaria, esto representaría una rebaja en la tarifa entre el 7% al 19%. Esta sería la cuota inicial de la rebaja en la tarifa en la factura, pero esto aún está en veremos.
Se agota la paciencia y el Gobierno con sus anuncios le sigue ‘mamando gallo’ a los usuarios.