Ahora resulta que una legión de médicos cubanos, a los que no les conocemos formación académica y mucho menos experiencia profesional, es la “salvación de Colombia” frente a la pandemia, según gritan a todo pulmón el alcalde de Medellín Daniel Quintero y el gobernador del Magdalena Carlos Caicedo…Bate Corrido para ellos.
La propuesta resulta descabellada e irrespetuosa con los profesionales de la medicina y todo el sector salud en el país, definitivamente aquí tenemos excelentes y suficientes galenos, si llegaran a ser insuficientes ante un posible crecimiento del contagio, es el gobierno nacional en cabeza del Presidente Iván Duque el que determinará con que nación se firmaría este tipo de alianzas y no Quintero, ni Caicedo por mucho amor que ambos profesen y juren a la bandera cubana.
En caso de darse esa situación no veo en esa lista de opciones a Cuba, régimen anfitrión y amigo por excelencia de terroristas y narco guerrilleros que tanto daño le ha hecho y le siguen haciendo a Colombia.
Nuestro sistema de salud tiene problemas, aun así podemos controlar y superar la pandemia; pero no hay derecho a pretender desconocer o pisotear el conocimiento y experiencia de nuestros buenos profesionales, lo ganaron con esfuerzo y son colombianos, no podemos permitir que este par de mandatarios arropados en el populismo pretendan solucionarle los problemas económicos a su “querida islita” e invadirnos, no sabe uno si de personal experto en adoctrinar.
Suficiente tenemos con la invasión venezolana en las calles de nuestras principales ciudades, cada día más insoportable, lo que resulta incomprensible es que aquí haya gente dispuesta a probar y vivir los nefastos resultados del fracasado modelo chavista.
De Caicedo ya conocíamos de sus andanzas y tendencias ideológicas, sabemos de su idolatría por los difuntos Fidel Castro y Hugo Chávez, de su admiración infinita por el dictador Nicolás Maduro y de su incondicional afinidad con Gustavo Petro, cabecilla y eterno candidato de la célula chavista en Colombia.
Desde la misma campaña, Quintero, por más que quiso, no pudo ocultar la sintomatología mamertoide, una vez elegido ha venido destapando sus cartas, hasta que no aguantó más y se quitó la capucha, recibiendo, ante tan “genial idea” el respaldo del camarada Caicedo de manera inmediata.
La polémica en el país viene subiendo de tono, diversas posiciones frente al tema y el surgimiento de las dudas, por aquello de la vieja estrategia de la “victimización” propia de los exponentes de la ideología, hay sectores de la opinión pública escépticos ante el diagnostico positivo por Covid-19 de Quintero.
En la medida que se acerque el debate presidencial 2022, hay que estar muy atentos y despiertos, mucho ojo con los embuchados, los mitómanos son capaces de todo, hasta de inventarse un cáncer para convocar la solidaridad y el apoyo de los que se dejan seducir por el discurso de la supuesta lucha contra el imperio, la igualdad, cero trabajo, mucho subsidio, mercaditos, vacile total y todo gratis. Detrás de ese espejismo el triste espectáculo y una gran realidad, un país como Venezuela pasó de ser exportador de petróleo y derivados a convertirse en principal exportador de miseria en el continente…¡Seguimos bateando!