Por: Jorge Vergara Carbó
La palabra “desigualdad” fue utilizada por casi todos los nuevos alcaldes y gobernadores el día de su posesión en su discurso. Sobre ese tema se viene hablando desde hace muchos años, no solo en Colombia, sino en el mundo entero. Es un tema que genera muchos aplausos por su carácter populista, en la forma que es planteado, pero normalmente se queda en un mero discurso.
En ese discurso sobre la desigualdad no podía quedarse por fuera “El Banco Mundial”, donde en sus distintas asambleas anuales en Washington, es un tema obligado. Para corroborar lo anterior, recientemente hizo público un documento titulado “el aumento de la desigualdad en el mundo”. En ese documento señala lo siguiente: “si 2022 fue el año de la incertidumbre, 2023 es el año de la desigualdad”. Uno de los temas que más inciden en la desigualdad según el Banco Mundial es la pobreza, cuyos logros alcanzados antes de la pandemia (2019), se perdieron con el COVID 19 (2020), hasta el punto que hoy hay 700 millones de personas en el mundo que viven en pobreza extrema, viven con menos de US$2.15 al día. Situación similar para quienes viven con US$3.50 y US$8.50 diarios.
En Colombia, a diciembre del 2022, teníamos un 13.6%, en pobreza extrema, unas 7.072.000 personas, y en pobreza monetaria teníamos el 36.6%, unas 19.032.000 personas. La situación es peor cuando analizamos los niveles de pobreza del Caribe Colombiano, cuya población es de 11 millones de personas, de las cuales 1.614.800 (14.7%), viven en pobreza extrema, y un 44.2%, unas 4.862.000 personas, viven en pobreza monetaria cuyos ingresos diarios no superan los US$6.50.
El banco mundial, sostiene que otro de los factores que inciden en la pobreza y por supuesto en la desigualdad es el alto endeudamiento en que se encuentran los países en desarrollo y los países más pobres, que se vieron forzados a endeudarse para poder paliar la pandemia mundial que se generó en el año 2020. Al respecto el Banco Mundial en el informe antes señalado dice: “Según el informe de 2023, los países en desarrollo gastaron una cifra récord de US$ 443 500 millones en el servicio de su deuda externa pública y con garantía pública en 2022. Los países más pobres que pueden recibir financiamiento de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) del Banco Mundial pagaron una cifra récord de USD 88 900 millones en costos del servicio de la deuda en 2022, un 4,8 % más que en 2021. Los países más pobres corren el riesgo de sufrir crisis de deuda a medida que aumentan los costos de los empréstitos. El incremento de los costos llevó a que se desviaran recursos y se desatendieran necesidades críticas como la salud, la educación y el medio ambiente”.
Colombia no fua ajena a ese endeudamiento, hoy nuestra deuda externa llega a unos US$185.000 millones, cifra que significa afectar anualmente el PGN en unos $95 billones, alrededor del 20%, del presupuesto. Tampoco ese endeudamiento es ajeno a las entidades territoriales, que tuvieron que endeudarse para poder controlar la pandemia. Pandemia que, al día de hoy, no ha desaparecido en el mundo, porque ella está ahí, aunque no con la intensidad de los años anteriores.
Otro problema que enfrentamos en el mundo, y que incide en los niveles de pobreza por sus consecuencias es la alta inflación que vivimos y que empezó a ceder a mediados del año 2022, producto de la guerra Rusia-Ucrania, que disparo los costos de los alimentos, como el costo del transporte por el aumento de los combustibles y la carencia de contenedores. La alta inflación llevo a los bancos centrales del mundo a aumentar las tasas de interés, hasta un punto tal que frenaron la inversión y el crecimiento económico, contribuyendo con ello a incrementar la pobreza monetaria y la pobreza extrema.
En un reciente estudio del Banco Mundial, se pregunta ¿” Se acabo el gran susto de la inflación”? Esta pregunta se la hace, a raíz de los resultados que se han dado en el mundo en el año 2023, con la caída de la inflación en algunos países a niveles cercanos a la meta y en otros aún con diferencias grandes del objetivo, como es el caso de Colombia, que logro disminuir la inflación de un 13.4%, a una tasa del 9.28%, en el año 2023, pero su meta fijada por la banca central es del 3%.
En su informe el Banco Mundial, es optimista de que la inflación va a seguir cediendo terreno por la caída de la demanda global. Porque se espera que la demanda mundial se modere el próximo año en medio de condiciones financieras estrictas, un comercio mundial débil y un apoyo fiscal limitado. También se espera que aliviar las presiones sobre la cadena de suministro mundial contribuya a la caída de la inflación mundial. Igualmente se espera que los precios del petróleo sigan bajando en el año 2024, y que la política monetaria continuará siendo restrictiva en las principales economías para garantizar que la inflación regrese a los objetivos de los bancos centrales.
A pesar del optimismo, el Banco Mundial recomienda tener ciertas precauciones que invitan a ser cautelosos, la primera es que los bancos centrales no se apresuren a bajar las tasas de interés en forma abrupta, hasta no estar seguros que la inflación ha cedido totalmente y la segunda precaución es por las tensiones geopolíticas que han sido causante en los últimos años de la inflación. No ha parado el conflicto Rusia-Ucrania, y ahora tenemos el nuevo conflicto en el Medio Oriente. No podemos olvidarnos que esta región representa el 30% de la producción mundial del petróleo, y que cuando su precio sube por ejemplo un 10%, la inflación mundial aumenta 0.354 puntos porcentuales en un año.
De acuerdo al gráfico a continuación y tomado del informe del Banco Mundial, vemos que lo que más incide sobre la inflación es el precio del petróleo casi un 40%, seguido de la demanda global de la economía que representa un 28%, y un 18% la inflación de oferta global y la tasa de interés.
Como consecuencia de las medidas tomadas por la banca central de todos los países del mundo, de tratar la inflación como si fuera de demanda 100%, trajo como consecuencia la caída de la actividad económica mundial al frenarse la demanda y con ella la inversión, dando como resultado una caída fuerte del PIB en el mundo y principalmente en Colombia donde tuvimos crecimiento después de pandemia del 12,7%, y del 7.3%, a crecimiento probable en el 2023, del 1% o 1.2%.
Lo positivo fue que se superó el fantasma de la recesión que rondaba la economía mundial, pero aún tendremos de acuerdo a las proyecciones del Banco Mundial un crecimiento bajo durante este año y moderado para el 2025.
Nota: Contribuciones de la varianza de los shocks globales (precio del petróleo, oferta global, demanda global y shocks de tasas de interés) a la inflación global en el horizonte de pronóstico de dos años. Consensus Economics; Ha, Kose, Ohnsorge y Yilmazkuday (2023); Análisis Haver; Banco Mundial.
En un documento publicado por el Banco Mundial el 9 de enero del 2024, titulado “Perspectivas económicas mundiales” dice: “la economía mundial está próxima a batir un lamentable récord a fines de 2024: los cinco años con el menor crecimiento del producto interno bruto de las últimas tres décadas. A finales de 2024, la población de aproximadamente uno de cada cuatro países en desarrollo y alrededor del 40 % de los países de ingreso bajo seguirá siendo más pobre de lo que era antes de la pandemia de COVID-19. Sin una corrección, la década de 2020 pasará a la historia como una década de oportunidades desperdiciadas”, declaró Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior del Grupo Banco Mundial.”
LA DESIGUALDAD EN COLOMBIA Y EL CARIBE
El problema de la desigualdad económica y social existente en el mundo y en Colombia, está asociada al crecimiento de la economía y a la forma en que se distribuye la riqueza que se genera. En los países más desarrollados hay una mayor equidad su Gini promedio es de 0.35, contrario a los países en desarrollo cuya riqueza se concentra en pocas manos, y oscila entre el 0.40 y el 0.60. Para el caso de Colombia tenemos el Gini más alto de América Latina 0.556, solo la superan Haití 0.65, y los países africanos 0.69.
En un documento que publicamos en diciembre 7 del 2023, titulado “El Rezago Económico y Social del Caribe Colombiano” registramos en un cuadro las cifras de pobreza, inflación, desempleo e informalidad en el país, el caribe y el llamado triángulo de oro.
CIUDADES
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Pobreza Monetaria % | Pobreza Extrema% | Desempleo % | Infor % Infla |
Total, Nacional | 36.6
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13.8 | 9.2 | 56.1 10.5 |
Barranquilla | 35.7 | 10.9 | 8.7 | 55.1 10.8 |
Cartagena | 43.6 | 12.7 | 9.7 | 53.3 10.6 |
Montería | 39.5 | 9.4 | 12.0 | 59.0 11.2
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Riohacha | 48.8 | 23.3 | 13.1 | 62.6 9.9 |
Santa Marta | 44.4 | 16.1 | 7.3 | 61.3 9.8 |
Sincelejo | 49.5 | 14.5 | 10.0 | 68.4 10.3 |
Valledupar | 48.5 | 15.9 | 10.8 | 65.6 10.9 |
Bogotá | 28.1 | 8.1 | 9.3 | 32.3 10.8 |
Medellín | 24.8 | 5.3 | 8.6 | 38.8 10.2
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Cali | 24.0 | 6.7 | 10.3 | 47.4 10.6 |
Fuente DANE: Cuadro elaborado por JVC. Pobreza datos a diciembre 2022. Desempleo a octubre 2023. Informalidad julio-septiembre 2023.Inflación octubre 2023.
Por supuesto que estos valores, muestran la desigualdad existente entre, la Región Caribe, y las tres ciudades principales, que tienen niveles de pobreza extrema del 6.7%, y de pobreza monetaria del 25.6%.
POLÍTICA CENTRALISTA
No cabe duda que Colombia es un país centralista, dado que se queda con el 74% de los ingresos corrientes de la Nación que recaudan las entidades territoriales. Esos recursos que, en el año 2023, fueron de $263.3 billones, solo les transfieren a las entidades territoriales por el SGP $70.5 billones.
Lo que pretende la “Liga Caribe” liderada por el exalcalde Jaime Pumarejo y otros profesionales de la Región Caribe, iniciativa acogida por el Gobernador Eduardo Verano, es que el gobierno les ceda a las entidades territoriales por lo menos el 50%, de los ICN, es decir $131.6 billones. Dinero que iría en su mayoría hacia los municipios más pobres, tema que sería discutido con Planeación Nacional y los parlamentarios, para modificar el acto legislativo 04 de 2007, que determino que el SGP no se calcularía sobre los ICN, sino por el IPC. Lo que afecto el monto de los recursos a distribuir notablemente, ya que los ICN crecen tres puntos más que los del SGP.
Hoy en el periódico El Tiempo, Jorge González director del DNP, manifiesta que en la Comisión de Descentralización que viene del gobierno anterior, el gobierno ve con buenos ojos cederle a los Departamentos unos puntos del IVA, y de Imprenta, lo que es positivo, porque esta es una lucha de hace muchos años de revisar la estructura tributaria de los Departamentos. Pero esa propuesta del DNP, nada tiene que ver con lo que se pretende por “La Liga Caribe” que es la de partirle el pescuezo al centralismo para que les cedan a todos municipios de Colombia el 50%, de los ICN.
Las desigualdades en el Caribe, no solo son las mostradas en el cuadro adjunto, sino también en los recursos asignados en el PGN, para inversión. Por ejemplo, para el año 2024, le asignaron al Atlántico $3.1 billón, mientras a Antioquía $8.8 billones, con la diferencia es que la inversión para Antioquía es medible y la del Atlántico no lo es. (ver Análisis de la Inversión Regionalizada en el PGN 2023 y 2024, Caso Atlántico de Jorge Vergara Carbó).
Si se hubiera mantenido el espíritu de la CN del año 1.991, de recibir las entidades territoriales un porcentaje del 46.5%, lo recibido por las entidades territoriales hubieran sido $1010 billones, lo que significa que, en 21 años, los entes territoriales han dejado de recibir $373.8 billones, 3.7 veces, el monto de la inversión en el PGN del 2024($99.8). (ver documento de Jorge Vergara “La Región Caribe en Busca de Lideres” de enero 3 de 2024.
Ante esta realidad, ¿podrán los mandatarios recién posesionados disminuir la desigualdad?, no lo creo, por varias razones, la primera mientras no se logre que el gobierno central le ceda el 50%, de los ICN a las entidades territoriales, la segunda mientras la economía no crezca a tasas superiores al 5%, es muy difícil lograrlo , y la tercera mientras no se reforme la estructura tributaria de los Departamentos y los municipios adecuen su avalúo catastral y cobren tarifas incentiven a los terratenientes a invertir en sus propiedades, y finalmente que la utilización de los recursos financieros sea lo más trasparente posible.
Para disminuir las desigualdades, tenemos que brindarles a todos los ciudadanos, educación de calidad, salud, vivienda, trabajo, recreación, vías de comunicación, servicios públicos domiciliarios eficientes, un sistema judicial eficaz y por supuesto garantizarles seguridad a todos sin excepción. Para lograrlo necesitan Plata.
La “Liga Caribe”, debería liderar el proceso del cambio del SGP, acompañado con todos los alcaldes del país y de los gobernadores. Esta propuesta es viable en este gobierno. El solo hecho que el director del DNP se reuniera con el gobernador Eduardo Verano y los presidentes de Senado y Cámara fijándoles un tiempo para una propuesta concreta le da fuerza a la iniciativa nacida en el Caribe, como casi todas en materia de Planeación. Lo de Regiones Autonómicas no le veo mayor posibilidad. Mucho menos al Federalismo. Estas iniciativas no son la prioridad ahora, y además favorecería a las ciudades donde se genera el mayor recaudo de impuestos como es Bogotá, Medellín, Cartagena, Buenaventura y Cali que recaudan el 93.2%, de los impuestos del país, unos $245.4 billones, de un total en el 2023, de $263.3 billones.
LA LUCHA EN ESTOS 30 MESES DEL GOBIERNO DE GUSTAVVO PETRO DEBE CENTRARSE EN LOGRAR REFORMAR EL SGP. NO PERDAMOS TIEMPO