Por Jorge Vergara Carbó
El Banco Mundial con su equipo de expertos le ha dedicado tiempo y esfuerzo al estudio de la pobreza y la desigualdad, tema que no puede ser ajeno a Colombia y menos ahora, con las declaraciones recientes del presidente Gustavo Petro al afirmar que “Colombia es el país más desigual del mundo”. Esta desigualdad es producto de la mala distribución de la riqueza no solo en nuestro país, sino en toda América Latina. En materia de desigualdad solo superamos a Haití, y unos pocos países africanos esa es la realidad. El coeficiente GINI que mide la desigualdad en América Latina el 2023, fue de 49.7%, cuando en Colombia fue del 55%. Con relación a la pobreza el país, logró un buen avance entre el año 2001 y 2017, al reducirla del 67% al 27%, y la pobreza extrema del 26% al 7.4%. Por el bajo crecimiento económico dado en los años ante pandemia la pobreza se disparo en el 2019 al 35.7%, y en el 2020, con la pandemia el incremento en la pobreza fue brutal llegó a niveles del 42.5%, con una pobreza extrema del 15.1%. Volvimos a bajar la pobreza en los años 21 y 22, a niveles del 36.6%, y pobreza extrema del 13.8%, y por el bajo crecimiento económico del 2023, caímos en pobreza a niveles del 39.6%.
Estos resultados en Colombia contrastan con lo del resto de América latina cuyo índice de pobreza estuvo jalonado por los logros de Brasil y México, en ALC la pobreza es del 25%, personas que solo ganan US$6.85 diarios, su población vulnerable la que en cualquier evento fuera de control las puede llevar fácilmente a niveles de pobreza es del 32.3%, con ingresos diarios entre US$6.85 y 14, y la clase media 40.3%, con ingresos entre US$14 y 81.
Este problema de la pobreza y la desigualdad, unido al problema de la inseguridad en el país, y al alto nivel de desempleo (el mayor de ALC sin incluir a Venezuela y Argentina), son temas que deben ser el eje central del gobierno actual. Las cifras son elocuentes, si la economía colombiana sigue creciendo a tasas por debajo o igual al crecimiento de la población la pobreza seguirá creciendo o estancada, por ello, el plan de choque a la economía es vital para lograr crecimiento por encima del 2%, cuando deberíamos tener crecimientos promedios en los próximos 10 años, del 3.5%.
Para mayor ilustración del tema, les presento un resumen del estudio del BM. Jorge Vergara Carbó JVC Política Pública.com
Nuestro objetivo en el Banco Mundial es acabar con la pobreza en un planeta habitable. Como parte de esa misión, es crucial que entendamos tanto el estado actual como la evolución de los desafíos relacionados con la pobreza y la desigualdad, para así formular políticas que mejoren el nivel de vida de las personas en América Latina y el Caribe (ALC), una región en la que la pobreza y la desigualdad afectan a millones. Nuestro informe bianual de Tendencias Recientes en Pobreza y Desigualdad (i) aprovecha los datos más recientes y proporciona un análisis profundo de estos desafíos críticos. El documento ofrece una visión detallada sobre el panorama cambiante de la pobreza y la desigualdad, que puede guiar decisiones informadas para futuras acciones.
Estos son los datos clave de nuestra más reciente publicación:
1. Según la estimación más reciente para 2023, una de cada cuatro personas en América Latina y el Caribe viven en hogares pobres. Para ser específicos, en sus hogares estas personas ganan menos de US$6.85 por día, medido en paridad de poder adquisitivo de 2017. Si bien esta es la tasa de pobreza más baja registrada en las últimas dos décadas, la pobreza sigue mereciendo una atención continua por parte de los hacedores de políticas públicas.
2. En conjunto, América Latina y el Caribe logró reducir la pobreza del 50 al 30 por ciento durante los primeros 15 años del nuevo milenio, un éxito notable. No obstante, la reducción de la pobreza se ha estancado desde 2015, lo que coloca actualmente a ALC como una de las regiones que más lento está avanzando en la erradicación de la pobreza.
3. Entre 2019 y 2022, la demografía de la pobreza en ALC se alejó de los grupos tradicionalmente vulnerables. La proporción de pobres en ALC fue menor entre las personas con menor nivel educativo y aquellas que viven en áreas rurales, probablemente debido a un aumento en las transferencias públicas dirigidas a dichos grupos.
4. Nuestras estimaciones indican que la pobreza en ALC disminuyó apenas un punto porcentual entre 2022 y 2023. La proyección –que resulta alarmante– es que, si no se adoptan medidas, la pobreza solo disminuirá ligeramente en 2024 y se mantendrá en 25 por ciento.
5. El impacto de la pandemia de COVID-19 en la región fue disímil. Mientras que algunos países han logrado reducir la pobreza por debajo de los registros prepandémicos, otros todavía están luchando para regresar a esos niveles.
6. Entre 2019 y 2022, Brasil y México fueron los principales responsables de la reducción de la pobreza en la región. En Brasil, las transferencias gubernamentales –como el programa Bolsa Familia– jugaron un gran papel en la disminución de la pobreza observada. En México, el alivio de la pobreza se atribuyó principalmente a la mejora de los resultados del mercado laboral. Si no se incluyen estos países, la pobreza en la región en su conjunto aumenta en 0.6 puntos porcentuales durante el período analizado.
7. América Latina y el Caribe sigue siendo una de las regiones más desiguales del mundo. Durante la última década, el coeficiente de Gini –una medida de la desigualdad de ingresos– ha fluctuado entre 50 y 52 (de un máximo de 100), lo que indica una preocupante falta de progreso. A partir de 2022, el coeficiente de Gini de ALC fue de 49.9, lo que representa una ligera disminución respecto a los niveles prepandémicos.
8. La desigualdad en la región podría permanecer en niveles inaceptablemente elevados en el futuro cercano. Nuestras proyecciones indican que, aunque el coeficiente de Gini de ALC disminuyó a 49.7 en 2023, probablemente se mantendrá en este nivel en 2024.
9. La recuperación de los ingresos laborales en la región ha sido inconsistente. La mayoría de los países sufrió caídas significativas en sus ingresos laborales en 2019 y solo unos pocos han rebotado en 2022 en este aspecto. Entre los que sigue enfrentando dificultades, República Dominicana, Argentina y Perú tuvieron las mayores caídas. En contraste, El Salvador, México y Chile registraron crecimiento en ese indicador crucial.
Para pasar del conocimiento al impacto, debemos canalizar este conocimiento hacia acciones formuladas a partir de la evidencia. Que nadie se quede atrás en la lucha contra la pobreza: ese es nuestro compromiso.
#jvcpoliticapublica