Los dos mayores grupos automotores del mundo, Toyota y Volkswagen, anunciaron este jueves la suspensión de su producción en Rusia a causa de las repercusiones de la guerra en Ucrania.
El gigante japonés Toyota informó que interrumpirá su producción en Rusia “hasta nueva orden” a partir del viernes y también sus importaciones para ese mercado.
La planta que Toyota tiene en San Petersburgo emplea a alrededor de 2.600 personas y el año pasado produjo unos 80.000 vehículos, casi todos para el mercado ruso, que representa una fracción de los 10,5 millones de automóviles fabricados internacionalmente por el grupo japonés.
Toyota no tiene fábricas en Ucrania, pero indicó que la operativa de ventas quedó suspendida desde el 24 de febrero, cuando el presidente ruso Vladimir Putin lanzó la invasión contra el país vecino.
“Toyota sigue los eventos en marcha en Ucrania con gran preocupación por la seguridad de la gente en Ucrania y espera un regreso seguro a la paz lo antes posible”, indicó el grupo en un comunicado.
Por su parte, Volkswagen “interrumpirá con efecto inmediato las exportaciones a Rusia”, que en 2020 representaron el 2,4% de sus ventas (220.000 unidades vendidas), indicó un portavoz. Las entregas a los concesionarios ya se habían suspendido.
El grupo alemán también cerrará “hasta nueva orden” sus dos plantas de Kaluga y de Nijni Novgorod, donde trabajan unas 4.000 personas, que serán remuneradas mediante un dispositivo de desempleo temporal.