A 43 ascendió la cifra de reos fallecidos la madrugada de este lunes durante un nuevo amotinamiento ocurrido esta vez en la cárcel de la ciudad de Santo Domingo de los Tsáchilas, situada en el centro de Ecuador, informó el ministro del Interior, Patricio Carrillo. Añadió que la mayoría de cuerpos “fueron expuestos y agredidos en los pabellones y en las celdas”.
De acuerdo con Carrillo, los policías lograron ingresar a los pabellones de mediana y mínima seguridad y realizaba “acciones operativas” para controlar la situación.
La Fiscalía General informó la cifra de víctimas en el amotinamiento e excepcionalmente que se mantienen los trabajos de levantamiento de pruebas.
Por su parte, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, dijo que los privados de la libertad de una organización salieron de sus celdas y atacaron a los de otro grupo delictivo. “Jamás quieren rehabilitarse y lo han demostrado con hechos, son los hechos los que los definen. Lo que se vivieron en el centro de la ciudad de Santo Domingo fue una crueldad”, sostuvo el funcionario.
Destacó que una simple vista “se puede evidenciar que los que perdieron la vida fueron ajusticiados con arma blanca, la mayoría de cuerpos tienen esas características” y ofreció la ayuda del gobierno a los familiares para trasladar los cuerpos a sus sitios de origen.
Añadió que se encontraron armas de fuego, granadas y otros materiales en poder de los presos de la cárcel Bellavista ubicada en la ciudad de Santo Domingo de los Tsáchilas, 70 kilómetros al suroeste de Quito.
La policía concedió que tras la intervención de grupos tácticos y de asalto el centro de reclusión quedó nuevamente bajo el control de las autoridades, especialmente el pabellón de máxima seguridad, donde se produjeron los hechos.
Vídeos que circularon en las redes sociales mostraron la cárcel, aún a oscuras, y gritos y disparos que provenían de su interior.
Un total de 112 presos fueron recapturados por los uniformados en las afueras de esa prisión, donde a las dos de la madrugada se iniciaron los actos de violencia.
En los últimos años las cárceles de Ecuador se han convertido en escenario de violentos ataques entre reclusos, principalmente debido a disputas entre bandas relacionadas con el narcotráfico y rutas de exportación de droga presuntamente vinculadas con cárteles mexicanos. El último de estos motines, que dejó 20 desaparecidos, se produjo a inicios de abril.
En marzo Amnistía Internacional aseguró en su informe anual que al menos 316 presos fallecidos como producto de enfrentamientos en las cárceles ecuatorianas 2020, el más grave ocurrido en septiembre de ese año con un saldo de 119 fallecidos. Las masacres fueron producto de enfrentamientos entre bandas de narcotráfico rivales.