La vocera en español del Departamento de Estado de EE. UU., Natalia Molano, confirmó que existen restricciones de visa impuestas por el gobierno estadounidense a miembros del gobierno de Gustavo Petro y a sus aliados. Esta medida fue tomada en medio de tensiones diplomáticas entre los dos países, relacionadas con el manejo de los vuelos de deportados desde EE. UU. a Colombia.
“Es correcto. Se incluyeron ahí miembros del gobierno y sus aliados o sus representantes que estuvieron involucrados en restringir los vuelos que ya estaban en camino a Colombia con deportados”, indicó Molano, al referirse a las restricciones implementadas por el gobierno estadounidense.
Aunque la portavoz explicó la existencia de estas restricciones, no ofreció detalles específicos sobre los nombres o cargos de las personas afectadas. También indicó que no ha habido actualizaciones oficiales sobre el tema desde el anuncio inicial.
Este enfrentamiento se originó cuando el presidente Donald Trump amenazó con imponer aranceles a las importaciones colombianas, tras la decisión del gobierno colombiano de restringir los vuelos con deportados desde EE. UU. En respuesta, la Casa Blanca adoptó medidas, incluyendo la imposición de restricciones de visa a los funcionarios colombianos, sus aliados y miembros del gobierno, además de una mayor inspección de productos colombianos en aduanas.
La tensión alcanzó su punto más alto cuando Trump aseguró que todos los miembros del partido y los familiares del gobierno colombiano serían sujetos a sanciones de visa, aunque no proporcionó detalles adicionales sobre quiénes estarían específicamente afectados.
En un esfuerzo por resolver la crisis, el gobierno colombiano ofreció asumir el costo del traslado de los deportados desde EE. UU., con el compromiso de garantizar su transporte en “condiciones dignas”. Sin embargo, las diferencias entre ambos países continúan siendo un tema delicado, especialmente después de que Petro criticara a Trump, acusándolo de defender una “tesis fascista” al criminalizar a los migrantes indocumentados.
El impasse diplomático sigue siendo un punto de fricción entre Colombia y EE. UU., y las implicaciones para las relaciones bilaterales y la política migratoria son aún inciertas.