El 13 de marzo de 2013 el mundo conocía a quien sería el nuevo obispo de Roma tras la renuncia de Benedicto XVI. “Habemus papam”, se escuchó en la plaza de San Pedro.
El argentino Jorge Bergoglio fue elegido y se presentó ante los fieles católicos como el papa Francisco. “Recen por mí”, pidió el pontífice que ha regido a la Iglesia en los últimos 11 años.
Este miércoles, en medio de la celebración de su aniversario en el Vaticano, el primer pontífice latinoamericano protagonizó un momento gracioso.
El viento de estas últimas mañanas de invierno le arrebató el solideo al Papa Francisco, justo cuando se disponía a dar una vuelta a bordo del papamóvil para saludar a los fieles que acudieron a acompañarlo en esta fecha.