Durante la inauguración del año judicial del Tribunal de la Rota Romana, el Papa Francisco pidió a los obispos y jueces que escuchen “el dolor y la esperanza” de los fieles que enfrentan problemas en sus matrimonios. El Tribunal de la Rota es responsable de decidir sobre las nulidades matrimoniales dentro de la Iglesia Católica.
El Papa destacó que, para muchos católicos, “verificar la validez o no del matrimonio representa una posibilidad importante”, especialmente para aquellos que han vivido experiencias matrimoniales infelices. Reiteró que la reforma de los procesos de nulidad matrimonial, que cumple 10 años, se inspiró en la preocupación por la salvación de las almas, buscando facilitar la claridad sobre la situación de los fieles y su participación en la vida sacramental.
Además, mencionó la posibilidad que la reforma ofrece a los obispos de decidir en casos donde la nulidad sea evidente, a través del “processus brevior”, un proceso más ágil. El Papa también instó a informar a los fieles sobre la existencia de este proceso, ya que lamentó que algunos desconozcan esta opción.
El pontífice subrayó que la reforma no busca promover la nulidad de matrimonios, sino acelerar los procesos para ofrecer una solución justa y compasiva, favoreciendo la celeridad y asegurando que los procedimientos sean gratuitos.
“Es una tarea de gran responsabilidad, pero ante todo de gran belleza: ayudar a purificar y restablecer las relaciones interpersonales”, concluyó el Papa.