La asignación de estos recursos por parte de la Oficina de Coordinación Asuntos Humanitarios (OCHA) permitirá llevar atención sanitaria, agua potable, así como construir refugios de emergencia e infraestructura de saneamiento, a las personas afectadas por la catástrofe.
Las agencias de la ONU y sus socios están movilizando recursos y personal para apoyar al gobierno de Haití con evaluaciones y respuestas de auxilio tras el terremoto que sacudió al país el fin de semana pasado.
El 15 de agosto, el coordinador de Ayuda Emergencia y secretario general adjunto de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, asignó 8 millones de dólares del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia de la ONU para apoyar la respuesta humanitaria en Haití.
La asignación de estos recursos permitirá proporcionar servicios esenciales como atención sanitaria, agua potable, la construcción de refugios de emergencia e infraestructura de saneamiento, en beneficio de las personas afectadas por la catástrofe.
Hasta el momento, se ha dificultado el acceso a la península del sur de Haití, donde se produjo el terremoto de 7.2 grados, controlado por pandillas.
Las autoridades locales están negociando el acceso, y un primer convoy de seis vehículos con personal de las agencias de la ONU y del Gobierno se desplazó a la zona afectada el 15 de agosto. Otros convoyes con suministros viajarían el lunes.
El personal de los equipos de evaluación y coordinación de desastres de la ONU también llegó al país para apoyar la coordinación y las evaluaciones.
Hasta la tarde del 15 de agosto, el número de víctimas mortales había aumentado a mil 297 personas y más de 5 mil 700 que resultaron heridas, según el Departamento de Protección Civil de Haití.
Las clínicas y centros de salud localizados en las zonas afectadas por el terremoto, está saturadas puesto que están atendiendo a los heridos del terremoto, al mismo tiempo que hacen frente a la pandemia por COVID-19. Se espera que en los próximos días y semanas aumentará el número de personas que requieran atención médica por COVID-19.
Aunque el diagnóstico de la situación aún se encuentra en sus primeras etapas, más de 13 mil casas han sido destruidas y más de 13 mil han resultado dañadas. Es probable que estas cifras aumenten considerablemente en las próximas horas.
Este último terremoto, de magnitud similar al que devastó el país en 2010 y dejó cientos de miles de muertos y desplazados, ha ocasionado la destrucción de iglesias y escuelas, y ha generado graves cortes al servicio de electricidad en las zonas afectadas.
Se prevé el arribo a Haití de la tormenta tropical Grace el 17 de agosto, trayendo consigo fuertes lluvias que podrían provocar inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.