El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció la disolución del gabinete de guerra, creado tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) tras las recientes dimisiones de uno de sus integrantes y uno de sus observadores, Benny Gantz y Gadi Eisenkot, respectivamente y en medio de los llamamientos por parte del ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, para ser integrado en el mismo.
“El gabinete de guerra no existe”, dijo Netanyahu, quien ha afirmado que “era un acuerdo de coalición con Gantz.
Gantz anunció que abandonaba el gabinete de guerra -integrado por tres miembros y tres observadores- ante lo que consideraba como una falta de estrategia clara para poner fin a la ofensiva militar en Gaza, al tiempo que responsabilizó a Netanyahu de “impedir que se logre una auténtica victoria” en la Franja.
En las últimas semanas se han profundizado las diferencias no solo en el gabinete de guerra, sino también en el propio seno del gobierno de coalición encabezado por Netanyahu, a cuenta de la forma en que se están gestionando la ofensiva contra Gaza y los posibles acuerdos con Hamás para la liberación de los rehenes que siguen retenidos en Gaza.
“El incremento de la agresión por parte de Hezbolá nos lleva al borde de lo que podría ser un conflicto amplio, uno que podría tener consecuencias devastadoras para Líbano y la región”, dijo el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari.