Algunos de los exmilitares colombianos implicados en el asesinato del 7 de julio pasado del presidente de Haití, Jovenel Moise, recibieron entrenamiento en EEUU cuando formaban parte del Ejército de Colombia, dijo un portavoz del Pentágono, al periódico estadounidense The Washington Post.
«Una revisión de nuestras bases de datos de entrenamiento indica que un pequeño número de los colombianos detenidos como parte de esta investigación habían participado en programas de entrenamiento y educación militares de EEUU en el pasado, mientras servían como miembros activos de las Fuerzas Militares de Colombia», dijo el teniente Hoffman, un portavoz del Pentágono, publica el periódico. La revisión del Pentágono está en curso, agregó.
Funcionarios colombianos han dicho que 13 de los 15 sospechosos colombianos en el complot de asesinato contra Moïse sirvieron en el ejército de ese país, incluidos los dos asesinados por las autoridades haitianas después de que el presidente de Haití fuera asesinado a tiros dentro de su casa.
Algunos sospechosos de haber asesinado a Moise aseguran que se habrían reunido hace meses para planear la reconstrucción del país una vez que el mandatario dejara el poder, informó el diario estadounidense The New York Times.
«La idea era prepararse para esa eventualidad [dimisión]. En el momento de las reuniones, todos creíamos que [el doctor Christian Emmanuel] Sanon iba a convertirse en primer ministro. (…) Habría dejado de asistir si alguien hubiera mencionado un golpe de Estado y mucho menos un asesinato», dijo al medio Parnell Duverger, profesor adjunto de economía jubilado del Broward College de Florida (sureste de Estados Unidos).
La Policía de Haití aseguró el 14 de julio que el asesinato de Moïse se organizó en una reunión de al menos ocho personas celebrada en República Dominicana y señaló a Sanon como el principal autor intelectual.
Duverger asistió a reuniones virtuales con Sanon. Según el informe del medio estadounidense, se realizaron varias reuniones en el estado de Florida y en República Dominicana, con la participación de muchas más personas.
Duverger, confirmó, según The New York Times, que en las reuniones participó el opositor Antonio Emmanuel Intriago Valera, propietario de CTU Security, empresa acusada de contratar a los «mercenarios» colombianos para perpetrar el magnicidio.
También Walter Veintemilla, al frente de Worldwide Capital Lending Group, empresa que presuntamente financió el asesinato.
Duverger describió las reuniones como sesiones al estilo de un gabinete destinadas a ayudar a Sanon a formar un posible Gobierno de transición ante la posible renuncia del presidente.
Según explicó, la expectativa en las reuniones era que Moïse, que había enfrentado meses de protestas callejeras para exigir su destitución, finalmente no tuviera más remedio que renunciar.
El 14 de julio, la policía haitiana dijo que Sanon, con residencia en Florida, aspiraba reemplazar a Moïse al frente del país.
El informe de The New York Times señala que la autoridades haitianas no ofrecieron explicaciones sobre cómo Sanon —que no ocupaba ningún cargo electo— «planeaba asumir el poder una vez asesinado el presidente».
También fue «difícil» entender cómo podría haber contratado a un equipo de mercenarios para llevar a cabo el asalto, dado que se declaró en Florida en bancarrota, agregó el medio.
«Sanon se presentó como posible candidato y habló de su sueño y visión de Haití», dijo Frantz Gilot, otro de los sospechosos, que afirmó que jamás se había planteado la posibilidad de un magnicidio.
Las autoridades haitianas informaron el 14 de julio que también participaron de la reunión de planificación el exsenador y prófugo de la justicia John Joël Joseph; James Solages, uno de los primeros detenidos por la Policía tras el magnicidio y que declaró servir como intérprete.
Hasta el momento, la Policía arrestó a 23 personas por el magnicidio, 18 de ellas colombianas y cinco estadounidenses de origen haitiano, mientras otras seis continúan prófugas, según el balance más reciente.
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D.A.