«Las mascarillas de tela, no quirúrgicas, pueden ser utilizadas por todas las personas menores de 60 años que no tengan problemas de salud», explicó la responsable de la gestión de la pandemia en la OMS, Maria Van Kerkhove, según AFP.
«En áreas donde el virus está circulando, se deben usar mascarillas cuando las personas están amontonadas y se vuelve imposible mantener al menos a un metro de distancia entre sí, así como en habitaciones con mala ventilación», señaló en una conferencia de prensa.
Las recomendaciones del organismo distan una vez más de las de algunos países europeos. Alemania y Austria acaban de imponer mascarillas homologadas (quirúrgicas o FFP2) en comercios y transportes.
El gobierno francés pide por su parte que se dejen de utilizar determinadas mascarillas de tela, incluidas las caseras, que se considera que filtran insuficientemente ante la aparición de nuevas variantes más contagiosas del coronavirus.
«Los países son libres de tomar las medidas que consideren necesarias», continuó Maria Van Kerkhove. Sin embargo, incluso con variantes que pueden ser más contagiosas, «no tenemos ningún indicio que sugiera que el modo de transmisión habría cambiado», argumentó la responsable de la gestión de la pandemia en la OMS. Por eso, respecto a las recomendaciones vigentes, «no pretendemos modificarlas en esta etapa».
«Las mascarillas de tela, no quirúrgicas, pueden ser utilizadas por todas las personas menores de 60 años que no tengan problemas de salud», explicó la responsable de la gestión de la pandemia en la OMS, Maria Van Kerkhove, según AFP.
«En áreas donde el virus está circulando, se deben usar mascarillas cuando las personas están amontonadas y se vuelve imposible mantener al menos a un metro de distancia entre sí, así como en habitaciones con mala ventilación», señaló en una conferencia de prensa.
Las recomendaciones del organismo distan una vez más de las de algunos países europeos. Alemania y Austria acaban de imponer mascarillas homologadas (quirúrgicas o FFP2) en comercios y transportes.
El gobierno francés pide por su parte que se dejen de utilizar determinadas mascarillas de tela, incluidas las caseras, que se considera que filtran insuficientemente ante la aparición de nuevas variantes más contagiosas del coronavirus.
«Los países son libres de tomar las medidas que consideren necesarias», continuó Maria Van Kerkhove. Sin embargo, incluso con variantes que pueden ser más contagiosas, «no tenemos ningún indicio que sugiera que el modo de transmisión habría cambiado», argumentó la responsable de la gestión de la pandemia en la OMS. Por eso, respecto a las recomendaciones vigentes, «no pretendemos modificarlas en esta etapa».