La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) acusó este martes al gobierno de Nicolás Maduro de llevar a cabo una represión violenta tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. En su informe, la CIDH documentó al menos 25 asesinatos, unas 2.000 detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas y otros crímenes de lesa humanidad.
La CIDH señaló que el régimen de Maduro implementó una “estrategia represiva coordinada” para mantener su poder ilegítimamente, que incluyó lo que se conoció como la “Operación Tun Tun” en respuesta a las manifestaciones populares por presunto fraude electoral. Esta operación, según la CIDH, dejó un saldo de asesinatos, torturas y violaciones graves a los derechos humanos, incluyendo detenciones masivas y allanamientos sin orden judicial.
Además, el informe destacó la falta de transparencia en el proceso electoral, con la opacidad de los resultados y la ausencia de las actas de votación. La CIDH subrayó que estas violaciones impiden considerar legítima la reelección de Maduro.
A días de su investidura, el 10 de enero, Maduro sigue siendo objeto de denuncias internacionales por su manejo autoritario del país. La CIDH instó a la comunidad internacional a reconocer la crisis de derechos humanos en Venezuela y a continuar vigilante frente a nuevas escaladas represivas. Además, pidió a la Corte Penal Internacional investigar formalmente estos crímenes de lesa humanidad.