La variante del Covid-19 encontrada en India fue motivo de preocupación para la Organización Mundial de la Salud por considerar que es más transmisible, que puede causar una enfermedad más grave, no responder al tratamiento, evadir la respuesta inmunitaria o no ser diagnosticada por pruebas estándar.
Con base en esa inquietud, un grupo de investigadores realizó un estudio para calcular la inmunidad analizando las vacunas desarrolladas por Pfizer y Moderna.
“Estas vacunas están funcionando (…) Pero, los resultados subrayan la necesidad de continuar monitoreando la respuesta de la vacuna a las mutaciones del SARS-CoV-2, que a menudo afectan la importante proteína de pico que el virus usa para infectar las células”, Mehul Suthar, inmunólogo de la Universidad Emory en Atlanta (Georgia) y director de la investigación.
De acuerdo con Suthar, el espectro de mutaciones que se han acumulado dentro de la proteína de pico ha provocado que los anticuerpos no funcionan tan bien contra esta variante.
Con el fin de determinar la eficacia de las vacunas, el equipo de investigadores combinó el virus con suero sanguíneo cargado de anticuerpos de personas que habían recibido la vacuna Pfizer o la de Moderna.
“Esto permitió al equipo estudiar qué tan bien los anticuerpos inducidos por la vacunación podían ‘neutralizar’ el virus o impedir que infectara las células”, dijo Suthar. Luego de los estudios, los datos demostraron que los anticuerpos de las 25 personas vacunadas consiguieron neutralizar la variante B.1.617.1 hasta cierto punto.