En el continente europeo es época de vacaciones. Sin embargo, la situación sigue siendo incierta, pues debido al repunte de contagios por el Covid-19, algunos endurecieron sus restricciones, dirigidas a evitar la propagación del Covid-19.
Los viajeros de varios países de ultramar, como Israel y Australia, pueden volver a entrar a Europa desde el 20 de julio. También lo pueden hacer los ciudadanos estadounidenses.
Las restricciones de ingreso se levantaron para muchas personas que no pertenecen a la UE, siempre y cuando tengan sus dosis completas de vacunas. Y, a partir del 1 de julio, la lista se extendió a otros países.
Para el caso de Alemania, se requiere un test negativo de COVID-19, un certificado de vacunación completa o un comprobante de que la persona se ha recuperado de la enfermedad.
En Francia, entre tanto, se requiere un test negativo de COVID-19, un certificado de vacunación completa o un comprobante de que la persona se ha recuperado de la enfermedad.
Situación similar ocurre en Reino Unido, donde le han establecido un sistema de semáforo similar al modelo diseñado por la Unión Europea para clasificar a los países en zonas de alto riesgo.
En esa zona del mundo e requiere un test negativo de COVID-19, un certificado de vacunación completa o un comprobante de que la persona se ha recuperado de la enfermedad.