El artefacto, con el que se pretendía inhabilitar la prisión, fue detonado por las autoridades.
Un dron bomba estalló este jueves sobre La Roca, la cárcel de máxima seguridad de Ecuador donde se encuentra el exvicepresidente Jorge Glas, y causó daños en el techo de esta prisión situada en la ciudad de Guayaquil.
Hace un año se registró un hecho similar que obligó entonces a trasladar a otras cárceles a peligrosos delincuentes.
Alrededor de las 10:45 am, hora local, se produjo la explosión, después de que el artefacto volador cargado de explosivos aterrizó a primera hora del día en el techo de la cárcel.
Jorge Glas ocupó la Vicepresidencia de Ecuador durante el gobierno de Rafael Correa, prófugo de la justicia de ese país.
En un primer comunicado, el gobierno de Daniel Noboa aseguró que había logrado frustrar el atentado, que buscaba inhabilitar la prisión. También comunicó que las fuerzas de seguridad evaluaban si hacer una detonación controlada o desactivar el dron en el mismo lugar.
Al detectarse el dron, se activaron grupos especiales de la Policía Nacional para responder a esta repentina amenaza contra La Roca, que forma parte del complejo carcelario de Guayaquil. Se trata de un conjunto de cinco prisiones en el que están recluidos alrededor de 12.000 reos.
Hace un año ocurrió una situación similar
En septiembre del año pasado, también llegó un dron con explosivos a La Roca y su explosión controlada por parte de las fuerzas de seguridad destrozó el techo de la cárcel, que quedó inhabilitada durante meses.
Esto causó el traslado de los presos a otras prisiones, entre ellos a José Adolfo Macías Villamar, el líder de Los Choneros, la banda criminal más grande y antigua que opera en Ecuador.
Alias Fito regresó a la Cárcel Regional de Guayaquil, que se encontraba dominada por Los Choneros, y desde esta se escapó entre finales de 2023 e inicios de 2024, sin que se conozca su paradero.
El jefe criminal cumplía condena de 34 años de cárcel por narcotráfico, asesinato y asociación ilícita.
Desde inicios de este año, el presidente de Ecuador elevó la lucha contra el crimen organizado a la categoría de conflicto armado interno, con lo que pasó a catalogar a estas bandas como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales. A la vez, decretó un estado de excepción con el que, entre otras acciones, militarizó las cárceles controladas por esas organizaciones criminales.