El papa Francisco quiso este domingo homenajear a las últimas víctimas de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó de Colombia, una mujer y un niño de 14 años que fueron asesinados por desconocidos el pasado martes.
“Expreso mi cercanía a la comunidad de San José de Apartado, en Colombia. Hace pocos días fueron asesinados una joven y un niño“, dijo el pontífice al término del rezo del Ángelus posterior a la misa del Domingo de Ramos.
Y recordó que “esta comunidad en 2018 fue premiada como ejemplo de compromiso por la economía solidaria, la paz y los derechos humanos“, ante los más de 60.000 fieles que abarrotaban la plaza de San Pedro, según las últimas cifras facilitadas por el Vaticano.
Francisco leyó este mensaje tras el Angelus, a pesar de que durante la precedente misa del Domingo de Ramos decidió no pronunciar la homilía.
Hace más de tres semanas, el papa Francisco tuvo una gripe y desde entonces aunque ha seguido con su agenda no ha podido leer en muchas ocasiones ya que se cansa al leer largos discursos.
Nallely Sepúlveda y el niño Edison David, de 14 años, ambos miembros de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, fueron asesinados en ese municipio del departamento de Antioquia (noroeste), donde horas antes estuvo el presidente colombiano, Gustavo Petro en un acto de Gobierno.
En la región que fue perpetrado este crimen operan principalmente las paramilitares Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocidas como Clan del Golfo, la mayor banda criminal del país.
“A nuestro regreso (salida de Apartadó) asesinaron dos miembros más de la comunidad. Fuerzas oscuras quieren reeditar el paramilitarismo en el noroeste del país”, expresó el mandatario en la red social X.
En su visita a la Comunidad de Paz, Petro planteó una “negociación jurídica” del Clan del Golfo con la Fiscalía para acabar con los negocios ilícitos de ese grupo, lo que daría paso a nuevos diálogos de paz.
EFE