Nayib Bukele fue recibido como un héroe en lucha contra los bandidos. La república de El Salvador estuvo paralizada este sábado para presenciar la toma de posesión de Nayib Bukele, el reelegido presidente que gobernará esa nación centroamericana al menos por otros cinco años. Bukele ha creado cárceles de alta seguridad para encerrar a los bandidos y para derrotare la delincuencia, que hace pocos años era insoportable. Trabajar el sábado supone un pecado, una distracción de lo realmente importante. El Congreso, que maneja el partido de gobierno, declaró día de fiesta remunerado para todo el mundo. Entre la delegación del parlamento colombiano estaban varios senadores colombianos, entre ellos el santandereano Jota Pe Hernández, que quiere ser candidato presidencial, para combatir la delincuencia y el terrorismo.
Se ha vuelto común decir que en la república de El Salvador si a alguien se le cayese el teléfono móvil en la calle podría volver dos días después y lo encontraría en el mismo sitio. Nadie se atreve a cometer un delito en el país que ha diseñado Bukele, un lugar donde ya no queda ni rastro de los pandilleros, que atemorizaron durante décadas a la población y que ahora se encuentran encerrados en cárceles de máxima seguridad en las que no entra ni un rayo de sol. Casi en cada esquina se apostan las 24 horas del día militares y policías con armas de guerra.