La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó este lunes, 6 de enero, que un representante de su gobierno asistirá a la toma de posesión presidencial en Venezuela, programada para el próximo 10 de enero, a pesar de las denuncias de fraude que señalan al dictador Nicolás Maduro como el responsable de adjudicarse la victoria en las elecciones del pasado 28 de julio.
“En el caso de Venezuela irá un representante a la toma de protesta, no vemos por qué no deba ser así, le corresponde a las y los venezolanos, no a México, definir”, justificó Sheinbaum durante una conferencia de prensa.
La mandataria había adelantado en diciembre que no asistiría personalmente a la ceremonia en Caracas, pero que enviaría un representante, posiblemente el embajador de México en Venezuela, Leopoldo de Gyvés.
La toma de posesión de Maduro coincidirá con la fecha en la que el presidente electo, Edmundo González Urrutia, quien actualmente se encuentra asilado en España, planea asumir su mandato.
Mientras otros líderes regionales, como Gustavo Petro de Colombia y Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, han instado al régimen a transparentar las actas electorales, Sheinbaum sostuvo la postura de México de no interferir en los asuntos internos de otros países.