Un trágico caso de negligencia sacude a la comunidad de East Haven, Connecticut, donde un bebé de siete meses, identificado como Angel Josiah Rodríguez, falleció ahogado en una bañera luego de que su padre lo dejara solo mientras atendía una llamada telefónica.
El incidente ocurrió en octubre de 2024, pero fue hasta este lunes 7 de abril de 2025 que el padre, Angel Marcus Rodríguez, de 29 años, fue arrestado y acusado formalmente de homicidio en segundo grado. Las autoridades también le imputaron dos cargos por riesgo de lesiones a un menor y otros dos por imprudencia temeraria en segundo grado.
Según el informe policial, el padre habría dejado al bebé en la bañera bajo el supuesto cuidado de su otro hijo de tres años, mientras respondía una llamada. La abuela paterna fue quien encontró primero al menor sin signos vitales, boca abajo en el agua, tras haberse caído de su silla de baño. “Se dio vuelta”, fue lo que le dijo el niño de tres años a su abuela.
A pesar de los intentos de reanimación cardiopulmonar por parte de la tía y la abuela, el pequeño no logró ser estabilizado. Las versiones de los hechos varían: mientras la abuela afirma que el padre estuvo hablando por teléfono durante 10 minutos, Rodríguez aseguró que solo se ausentó cinco minutos para desenchufar su celular.
Rodríguez fue recluido en el Centro Correccional de New Haven bajo una fianza de 200.000 dólares. Las autoridades continúan con la investigación del caso.
“El arresto busca generar un sentido de justicia y responsabilidad ante esta pérdida tan dolorosa. Acompañamos a la familia de Angel en su duelo”, expresó en un comunicado el Departamento de Policía de East Haven.