La multinacional farmacéutica AstraZeneca, que lidera una de las investigaciones más avanzadas a nivel mundial para desarrollar la vacuna contra el Covid-19 en colaboración con la Universidad de Oxford, anunció este martes que ha tenido que paralizar uno de sus ensayos clínicos a causa de una reacción adversa grave en uno de los pacientes en el Reino Unido, según avanzó ayer la revista médica Stat.
El proyecto de AstraZeneca y Oxford es uno de los punteros en la carrera bajo presión para lograr la vacuna contra el coronavirus, está en la Fase 3 de su desarrollo y despliega sus ensayos en numerosos países. En agosto, la UE cerró un acuerdo con la farmacéutica para asegurar la compra de 300 millones de dosis de la vacuna. Bruselas calculaba hace días que la vacuna podría llegar al mercado este mismo mes de noviembre.
Un portavoz de la farmacéutica asegura que la paralización del ensayo clínico se puso en marcha gracias a un “proceso de revisión rutinario” y que se reanudará “cuando se revisen los datos de seguridad”, según recoge Stat, que añade que aún se desconoce la magnitud exacta de la reacción adversa provocada por los ensayos de la vacuna en el paciente británico.
AstraZeneca y la Universidad de Oxford unieron sus fuerzas en primavera para desarrollar y distribuir la futura vacuna contra el Covid-19. En abril realizaron de forma simultánea los ensayos de las Fases 1y 2 en el sur de Inglaterra y desde finales de julio la vacuna -cuyo nombre experimental es AZD1222– se encuentra en su última fase de desarrollo, que prevé ensayos en 50.000 voluntarios. Tras la conclusión La farmacéutica prevé fabricar tres mil millones de dosis y ha firmado acuerdos con numerosos países de todos los continentes.
En la carrera por obtener la vacuna, AstraZeneca y Oxford compiten con otros proyectos en Rusia, China y EEUU (las de Johnson & Johnson y Moderna), así como desarrollos en España y otros países europeos.
A principios de septiembre, EEUU autorizó los ensayos de la vacuna de AstraZeneca en 30.000 voluntarios de más de 18 años, de diversos grupos raciales, étnicos y geográficos.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud advirtió hace unos días a los diferentes ensayos en marcha que no se apresuren en sus resultados y recomendó a los países que aspiran a comprar las futuras vacunas mucho cuidado al otorgar la autorización de su uso de emergencia.