Alrededor de 50 personas perdieron la vida en un ataque israelí la noche del domingo en una “zona segura” de Rafah.
El ataque se dio tres días después de que la Corte Internacional de Justicia ordenara el fin de la ofensiva militar del Ejército israelí en esa ciudad del extremo sur de la Franja de Gaza ante el riesgo de genocidio.
“Otra atroz masacre fue cometida por las fuerzas israelíes en Rafah, que se ha cobrado hasta el momento la vida de 50 mártires y decenas de heridos, la mayoría de ellos niños y mujeres”, indicó el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.
Por su parte, el Ejército israelí aseguró este lunes que el ataque era “basado en inteligencia precisa” y estaba dirigido contra dos altos cargos del grupo islamista Hamás.
“El ala de Hamás en Judea y Samaria (Cisjordania ocupada) es responsable de la planificación, financiación y ejecución de ataques terroristas en ese territorio y dentro de Israel”, indicó un comunicado castrense.
“Tenemos conocimiento de informes que indican que, como resultado del ataque y del fuego que se inició, varios civiles de la zona resultaron heridos. El incidente está bajo revisión”, subrayó el Ejército sobre el ataque
En las últimas 24 horas, 190 palestinos murieron en nuevas masacres, incluida esta en la supuesta “zona segura” de los campamentos al oeste de la ciudad de Rafah o una sobre el campo de refugiados de Nuseirat. En total han muerto más de 36.000 gazatíes en más de siete meses de guerra, la mayoría civiles.