Dos activistas de ‘Just Stop Oil’ han rociado de spray naranja Stonehenge, el monumento megalítico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986. De hecho, para este viernes se espera una gran cantidad de visitantes con el inicio del solsticio de verano.
Las dos personas han vandalizado el monumento antes del solsticio de verano, exigiendo que el gobierno del Reino Unido, que gane las elecciones del 4 de julio firme un tratado legal vinculante para eliminar la concesión de nuevas licencias de extracción y la producción de combustibles fósiles.
En las imágenes, difundidas por el grupo activista en X, muestran la pintura en polvo naranja cubriendo algunas de las piedras de la famosa estructura neolítica. En el vídeo se ve a dos manifestantes vestidos de blanco corriendo hacia dos de los megalitos y rociando pintura mientras otra persona intenta detenerlos.
«La harina de maíz anaranjada que utilizamos para crear un espectáculo llamativo pronto desaparecerá con la lluvia, pero la necesidad urgente de una acción gubernamental eficaz para mitigar las consecuencias catastróficas de la crisis climática y ecológica no», han declarado los activistas durante la acción.
El monumento de Stonehenge, ubicado en el sur de Inglaterra, es uno de los lugares turísticos más visitados del país. ‘Just Stop Oil’ ha protagonizado varias protestas ambientales con actos similares en los últimos meses, como cortes de carreteras, apariciones en eventos culturales y deportivos e incluso llegaron a arrojar sopa al cuadro ‘Los girasoles’ de Van Gogh.
Con estos ataques pretende lograr la «resistencia civil» que el Gobierno del Reino Unido paralice la concesión de nuevas licencias de extracción y la producción de combustibles fósiles.
Dos detenidos
El acto vandálico ha provocado la detención de los dos activistas, Niamh Lynch, de 21 años, y Rajan Naidu, de 73 años, quienes se enfrentan a cargos por dañar el histórico monumento. La policía de Wiltshire ha señalado que continúan las investigaciones para determinar el alcance del daño en el monumento declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha condenado el ataque durante una declaración en su campaña electoral y ha asegurado que se trata de un «lamentable acto de vandalismo».
La organización English Heritage, responsable de la protección de Stonehenge, está evaluando el impacto del incidente en las piedras del monumento, que data de entre 3100 y 1600 a.C.