La resonancia magnética, un avanzado examen de imagenología, utiliza imanes y ondas de radio para generar imágenes detalladas de órganos y tejidos sin la necesidad de recurrir a rayos X.
Este sistema ha sido revolucionario para la detección de problemas cerebrales o de articulaciones, ya que sus campos electromagnéticos no generan daño. Sin embargo, existen condiciones para su uso seguro.
El campo magnético de la resonancia magnética es notablemente fuerte y puede causar que objetos hechos de ciertos metales se muevan repentinamente y con gran fuerza tras su activación.
Pues bien, un trágico ejemplo de esto ocurrió con Leandro Mathias de Novaes, un abogado brasileño de 40 años, que acompañó a su madre a realizarse una resonancia magnética en el Laboratorio Cura de São Paulo el 16 de enero de 2023.
A pesar de las instrucciones del cuerpo médico de dejar todos los objetos metálicos fuera de la habitación, Novaes llevaba un arma de fuego guardada en su cinturón.
A pesar de las advertencias, Novaes ignoró las indicaciones. Cuando la máquina se encendió, el campo magnético atrajo fuertemente el arma, provocando que se disparara. La bala impactó en el estómago de Novaes.
Rápidamente, fue llevado a la sala de urgencias del Hospital Morumbi de São Luiz, luchó por su vida durante más de tres semanas y falleció.