Durante una audiencia de juicio disciplinario citada por la Procuraduría General de la Nación en contra del exdirector seccional de Medicina Legal en Mocoa, Putumayo, Félix Antonio Ávila López, señalado de haber abusado sexualmente a varias menores de edad, fueron develadas las aberrantes prácticas del sujeto, que lo convierten en un verdadero depredador sexual de menores de edad.
En un desgarrador testimonio de una menor de edad, víctima de los abusos de este sujeto, develó que el hombre la obligó a tatuarse su nombre, como una especie de símbolo, para que quedara “marcada como de su propiedad”.
En medio de la audiencia, la delegada de ministerio público, Aura Fajardo, leyó el testimonio relatado por una de las víctimas, en el que realizó una descripción gráfica del sujeto, de los consultorios de cómo se habría cometido el abuso sexual.
El testimonio indicaba que “Era un hombre mayor de 50 años, alto, flaco, utiliza, gafas, cabello blanco, piel trigueña”, “además sostuvo que la recogía en una camioneta blanca en un puente de Mocoa para llevarla a un motel de ese municipio donde la accedía carnalmente”.
Además, durante el procedimiento, se relató que Ávila habría accedido a la menor en al menos 4 ocasiones a cambio de dinero, utilizando la camioneta que se le había asignado para sus funciones en medicina legal.
La delegada de ministerio público, continúo con la lectura de fallo indicando lo que relató la menor del acceso carnal: “me dijo que lo que yo necesitara él me lo iba a dar, ese día nos pidió un beso en la boca a mi amiga y a mí y nosotras se lo dimos y nos dio 50 mil pesos para cada una”, “Ese señor nos dijo que tuviéramos relaciones sexuales y comenzó a besarme y me penetró y luego él tuvo relaciones sexuales con mi amiga, es decir, las dos vimos lo que nos hizo a cada una”.
La menor afirmó que ese día que al finalizar el aberrante abuso sexual le dio 100 mil pesos a cada una y la dejó de nuevo en el puente de Mocoa. La audiencia de juicio disciplinario quedó aplazada.