La masacre ocurrida el pasado 29 de diciembre, que acabó con la vida de cuatro miembros de la familia Lora Rincón, ha dejado más preguntas que respuestas, mientras las autoridades investigan las posibles motivaciones detrás del ataque. La tragedia, ocurrida en pleno inicio de las celebraciones de Año Nuevo, conmocionó a la ciudad y especialmente a la comunidad evangélica local, a la que pertenecía la familia.
El ataque, que dejó como víctimas a Marlon Yamith Lora, pastor de la iglesia Príncipe de Paz, su esposa Yorley Rincón y sus hijos Ángela y Santiago, se presentó en un restaurante de la ciudad. Tras asistir a un servicio religioso, la familia se encontraba en la terraza del establecimiento Sorbetes y Jugos, cuando dos hombres en motocicleta se acercaron y comenzaron a disparar indiscriminadamente.
Conforme avanzan las investigaciones, las autoridades manejan una nueva hipótesis: el ataque podría haber sido un caso de confusión. Según esta teoría, los sicarios habrían confundido a las víctimas con la pareja de alias “El Calvo”, un criminal involucrado en actividades ilegales que fue hallado muerto dos días antes en El Banco, municipio cercano. Las autoridades creen que la mujer de este sujeto podría haber estado en el mismo restaurante y llevaba una vestimenta similar a alguna de las víctimas, lo que podría haber llevado a los sicarios a cometer el ataque por error.
En cuanto a los avances de la investigación, el brigadier general José Luis Ramírez, jefe de servicio nacional de la Policía, confirmó que ya se cuenta con información sobre el paradero de uno de los sicarios, además de un retrato hablado y un volante de búsqueda para identificar a ambos criminales. También se ha recuperado la motocicleta utilizada en el crimen, en la que se encontraron huellas dactilares que están siendo analizadas.
La Policía continúa su trabajo en la reconstrucción de los hechos a partir de imágenes de las cámaras de seguridad del restaurante y los establecimientos cercanos. Aunque inicialmente no se conocían amenazas previas contra la familia Lora, las autoridades no descartan la posibilidad de que existieran intimidaciones vinculadas al crimen, especialmente después de que se conociera que algunos familiares recibieron llamadas extorsivas.
La masacre ha sido un golpe profundo para la comunidad evangélica de Aguachica. La Confederación Evangélica de Colombia expresó su pesar por la tragedia, destacando el liderazgo espiritual que la familia Lora representaba en la región. La hija de los pastores, Ángela Lora, quien también fue candidata al concejo municipal, y su hermano Santiago, quien colaboraba en la campaña de la actual alcaldesa, son recordados por su trabajo en la comunidad.
Este jueves, la familia será despedida en una ceremonia religiosa solemne en el Cementerio Central de Aguachica, con el apoyo de la comunidad cristiana local. La investigación por este asesinato múltiple sigue en curso, con las autoridades trabajando para esclarecer las causas y dar con los responsables de tan atroz crimen.