Este lunes la Fiscalía General acusó formalmente al mayor de la Policía Nacional Jorge Mario Molano Bedoya como presunto responsable de la muerte del joven Santiago Andrés Murillo Meneses, ocurrida en el marco de las movilizaciones del pasado 1 de mayo en la ciudad de Ibagué.
«La investigación permitió conocer que el oficial, quien se desempeñaba como comandante de la estación norte, supuestamente disparó su arma de dotación de manera indiscriminada y sin razón alguna, en el entendido de que los manifestantes se habían retirado», dice un comunicado de la Fiscalía.
Uno de los disparos del oficial, al parecer, impactó al joven, de 19 años, que caminaba solo rumbo a su casa y era ajeno a la protesta que se desarrollaba en medio del paro nacional que se dio en todo el país del 28 de abril al 15 de junio.
«La Fiscalía obtuvo elementos de prueba, abundante evidencia técnica y testimonios de peritos y expertos. Este material reafirmaría que el mayor Molano Bedoya desconoció los protocolos institucionales de reacción y control multitudes, y dan cuenta de la coincidencia entre el arma del oficial y el proyectil que le causó la muerte al joven», agrega el comunicado.
El ente acusó al uniformado por el delito de homicidio agravado, por lo que las audiencias preparatorias de juicio comenzarán el próximo 25 de noviembre, mientras que el oficial permanece detenido mientras prosigue el caso.
Durante las pasadas protestas contra el Gobierno se presentaron denuncias de violaciones a los derechos humanos por abuso de la Fuerza Pública contra particulares, las cuales incluyeron a algunos periodistas, por lo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realizó una visita al país y emitió una serie de sugerencias para que se garantice la protesta social.