Un operativo de gran envergadura se está desplegando en Barranquilla, con la llegada de más de 130 uniformados de la Policía Nacional, quienes tienen como misión reforzar la investigación sobre dos estructuras criminales que han dejado una huella de violencia y narcotráfico en la región: los Costeños y los Pepes. Ambas organizaciones estarían dirigidas desde las cárceles por los cabecillas Jorge Eliécer Díaz Collazos, conocido como Castor, y Digno José Palomino Rodríguez, respectivamente.
La información revelada por fuentes judiciales apunta a que la Policía está enfocada en desentrañar los lazos entre estas bandas y el narcotráfico, especialmente en relación con los llamados “narcos invisibles”, que operan en el tráfico de drogas desde puertos clave como el de Barranquilla.
Hay que resaltar que estos grupos, que han cobrado fuerza en los últimos años, se han especializado en el envío de cocaína a mercados internacionales, una actividad que, según investigaciones previas, está relacionada con poderosos carteles del narcotráfico, entre ellos capos que operan en el extranjero.
Con este refuerzo, la Policía Nacional busca obtener las pruebas necesarias para llevar a Castor y Palomino ante la justicia internacional, especialmente a la corte de extradición, debido a su vinculación con el narcotráfico internacional.
Según fuentes cercanas a la investigación, hay un interés creciente de agencias como la DEA (Agencia Antidrogas de los Estados Unidos) en las actividades de estas organizaciones, que no solo afectan a Colombia, sino que tienen un impacto directo en la seguridad global.
Los operativos se centran en fortalecer los nexos entre las organizaciones delictivas locales y los actores internacionales, con el objetivo de desarticular estas redes y frenar el auge del narcotráfico en la región del Caribe colombiano. La Policía busca desmantelar completamente estas estructuras, que operan con recursos obtenidos del tráfico de drogas, extorsión y violencia.
En lo que va de 2024, las autoridades han incautado más de 17 toneladas de cocaína en Barranquilla, un incremento alarmante en comparación con el mismo período de 2023, lo que coloca a la ciudad entre las principales en decomisos de cocaína del país. Esto refleja la creciente actividad del narcotráfico en el puerto de Barranquilla, un punto estratégico para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa.
A su vez, la situación de seguridad en Barranquilla sigue siendo crítica, con un aumento de casos violentos en la ciudad, como lo evidencian los recientes atentados en barrios como El Carmen, donde se registró una masacre la semana pasada.
Con un saldo de 418 homicidios registrados en la ciudad hasta noviembre de 2024, la Policía Nacional intensifica sus esfuerzos para contrarrestar el crimen organizado y garantizar la paz en una de las ciudades más importantes del Caribe colombiano.
El operativo en Barranquilla es parte de un plan nacional para desmantelar redes de narcotráfico que afectan a varias regiones del país, como el Valle del Cauca, donde también se ha desplegado una ofensiva contra organizaciones criminales como La Nueva Generación y Los Flacos. En este contexto, Barranquilla es ahora un punto clave en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, un desafío que, según las autoridades, requiere de un esfuerzo coordinado a nivel nacional e internacional.
Las próximas semanas serán cruciales para las investigaciones, que podrían dar un giro importante en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado en la región, con la esperanza de que las evidencias recolectadas permitan finalmente llevar a los cabecillas de los Costeños y los Pepes ante la justicia, y poner un alto a las estructuras que han dominado la región con mano de hierro.