La Gobernación del Atlántico apoyó el operativo en el que se desarticuló una estructura delincuencial dedicada a la fabricación, distribución y venta de licor adulterado en el departamento.
“En desarrollo del convenio suscrito con la Federación Nacional de Departamentos, la Subsecretaría de Renta y el Grupo Anticontrabando vienen trabajando en estrategias para minimizar todos los efectos del contrabando sobre los ingresos del departamento, los cuales están orientados al sector salud, educación y deporte”, aseguró el subsecretario de Rentas, Gonzalo Gutiérrez.
De acuerdo con el funcionario, este trabajo articulado se realiza con la Dijín, la Policía Metropolitana de Barranquilla, la Fiscalía General de la Nación, y la Policía Fiscal y Aduanera, cuya misión es hacer las correspondientes investigaciones y operaciones. “Y en lo que corresponde al Grupo Anticontrabando y a la Subsecretaría de Rentas, nos encargamos de verificar la legalidad o no de los productos que han sido objeto de aprehensión”, agregó Gutiérrez.
Los diferentes allanamientos y registros fueron realizados por el Área Investigativa Especializada – ARIES, Grupo Delitos Contra el Patrimonio Económico y la Fe Pública GIPEC, Grupo de Análisis de Comunicaciones Interceptadas GRACO y la Fiscalía, EDA, de Barranquilla.
La operación de la estructura delincuencial generaba movimientos ilegales que superaban el margen de los 1.000 millones de pesos, dinero que afectaba directamente los recursos destinados para la salud y educación de todos los atlanticenses.
“Seguimos comprometidos con la búsqueda de la legalidad en nuestro departamento, con el fin de que todos los atlanticenses puedan disfrutar con responsabilidad y tranquilidad la temporada de fin de año que se avecina”, afirmó el Líder Operativo del Grupo Anticontrabando de la Gobernación del Atlántico, Mauricio Mejía.
Mejía destacó el trabajo que se ha venido desarrollando desde el Grupo Anticontrabando de la mano con las autoridades, el cual ha dado buenos resultados. Mitigando en gran medida la cantidad de productos de contrabando, adulterados y falsificados que tanto daño le hacen, no solo a la salud de los atlanticenses, sino a las finanzas del departamento del Atlántico.