La Fiscalía General de la Nación, en colaboración con la Policía Nacional de Colombia, ha logrado desmantelar una sofisticada red criminal que operaba bajo el disfraz de empresas de seguridad. Según las investigaciones, estas compañías otorgaban carnés de escolta a cabecillas y miembros de estructuras criminales, permitiéndoles además obtener permisos para el porte ilegal de armas de fuego.
El entramado ilegal fue identificado y desarticulado gracias a un operativo conjunto que permitió la captura de los representantes legales de tres empresas de seguridad involucradas. Estos fueron imputados por el delito de concierto para delinquir agravado, con fines de lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
El modus operandi de las empresas consistía en tramitar, de manera fraudulenta, permisos que habilitaban a delincuentes con antecedentes penales para portar armas, a pesar de ser miembros de organizaciones criminales. Este hecho pone de manifiesto una peligrosa estrategia utilizada por las estructuras ilegales para fortalecer su poder y operar con mayor impunidad.
El fiscal encargado del caso destacó que esta operación es un claro ejemplo de la lucha contra la corrupción y la criminalidad organizada en el país. La captura de los responsables y la desarticulación de esta red son un golpe significativo a la seguridad y el orden público en Colombia.
La Fiscalía y la Policía Nacional seguirán investigando otros posibles involucrados en este esquema de corrupción, para asegurar que no queden impunes y que el sistema de seguridad y justicia se refuerce.