El señalado se allanó a los cargos. Inicialmente había sido investigado por el delito de receptación. El caso ocurrió en Soledad.
Personal de la Sijín en trabajo articulado con la Fiscalía Estructura de Apoyo (Eda), llevó a cabo una operación este sábado al interior de un parqueadero ubicado en el barrio Las Malvinas, de Barranquilla, que tras el robo de una camioneta, dejó al descubierto un aberrante caso de abuso sexual con una niña de dos años de edad, caso que habría ocurrido en noviembre del año 2020.
Los uniformados llegaron hasta el sitio con orden judicial en mano por información acerca de que, en el lugar funcionaba una compra y venta de autopartes y vehículos que habrían sido robados en diferentes zonas del departamento del Atlántico, donde hallaron varias piezas de carros que aparecían denunciados como robados por lo que capturaron al propietario del sitio junto con un trabajador por el delito de receptación.
Los uniformados encontraron los teléfonos celulares de los dos hombres, los cuales procedieron a confiscar y tras ser revisado el contenido de los mismos, encontraron varias fotografías y videos en las que se observa a uno de los capturados abusando sexualmente de una menor de edad.
Ya con el material probatorio en su poder fueron legalizados por un juez con funciones de control de garantías, haciéndoles conocer su otra orden de captura por los delitos de pornografía infantil con menor de 18 años y acceso carnal abusivo con menor de 14 años. Cargos que fueron aceptados por el hombre la tarde de este martes durante una audiencia.
A pesar de que los investigadores judiciales desconocían de qué menor de edad se trataba, lograron descubrirlo al momento en que que la esposa del capturado se dirigió a donde la mamá de la niña de dos años, donde le manifestó que su esposo había abusado de la niña en mención y que no quería se diera a conocer y le llegó a ofrecerle dinero por su silencio, sin embargo, la madre de la criatura denunció la situación ante la Sijín y los investigadores fue así como lograron la identificación plena de la niña víctima y a sus padres.
Las autoridades judiciales solicitaron a los padres de la niña una entrevista, donde la madre confirmó que la niña que se encontraba en las filmaciones y fotografías era su hija. Dice que por el color de su piel y el vestido que tenía puesto logró identificarla plenamente frente a los uniformados que llevaban la investigación.
Asimismo, sostuvo que cada vez que llegaban a la casa del agresor, este acariciaba a la menor en sus manos y rostro, pero que nunca observó malas intenciones.