Varios analistas políticos internacionales así lo han considerado.
Tal parece indicar que la salida inminente de Francisco Santos de la Embajada de Colombia en Washington, esto, luego de que él mismo aceptara en las últimas horas que el apoyo del Centro Democrático a Donald Trump en las pasadas elecciones en Estados Unidos sí golpeó la confianza y las relaciones con el actual presidente, Joe Biden.
Hace poco, Francisco Santos señaló ante un medio nacional que, si bien de parte del presidente Iván Duque no había una directriz en ese sentido, las intervenciones de congresistas del partido de Gobierno en apoyo al magnate republicano en la campaña de 2020 “sí hicieron daño”.
“Se lo dijeron al presidente Duque varios congresistas norteamericanos cuando hablaron con él el año pasado en noviembre y diciembre. Sí hubo repercusión. Ahora bien, también es cierto que las relaciones no han disminuido un ápice, el presupuesto demuestra la fortaleza de la relación, pero yo tengo que aceptar que sí se generó un problema con esa intervención. Un problema importante”, expresó el Embajador.
De hecho, el diplomático aseveró que la contienda electoral entre Trump y Biden “fue muy reñida”, por lo que “nosotros no debimos intervenir”.
No obstante, según Santos, estos son “problemas superados”, como lo corroboran las múltiples comunicaciones oficiales que han sostenido ambos gobiernos en los últimos meses, a través de llamadas del secretario de Estado, Antony Blinken, con la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez y el presidente Iván Duque.
Además, enfatizó, otra muestra de que las relaciones entre Bogotá y Washington se encuentran recuperadas es el aumento en los recursos de apoyo anunciados el pasado viernes por el propio Mandatario estadounidense.
Como se recordará, Biden anunció la asignación para el próximo año de 453 millones de dólares para ayudar a Colombia en frentes como la salud, la implementación del Acuerdo de Paz y la lucha contra el narcotráfico, entre otros. Es decir, 41 millones de dólares más que los destinados para el mismo ítem por el expresidente Donald Trump para este año.
“Mejor dicho, son infinidad las muestras del momento bueno en las relaciones”, manifestó Santos, quien subrayó que Colombia es pilar para la política exterior de EE. UU. en América Latina.
En ese sentido, el Embajador recalcó que la prioridad para el país frente al país norteamericano es el sostenimiento de las buenas relaciones bipartidistas. “Colombia es de los pocos escenarios bipartidistas que quedan en Washington. No vamos a dañar ese escenario, que es fundamental para poder mantener el nivel de relaciones que tenemos”, señaló.
Sin embargo, otro panorama es el que se cierne frente al rol de Francisco Santos en el principal cargo diplomático que tiene Colombia en el extranjero. Y es que el propio expresidente Andrés Pastrana dio a conocer el lunes que Iván Duque le había ofrecido la Embajada de Colombia en Estados Unidos.
Según el exmandatario, pese a que le manifestó su apoyo al Gobierno Nacional, declinó la oferta de Duque, no sin antes recomendarle algunos posibles nombres, en caso de que decida cambiar a Santos.
Ayer, en entrevista con la Revista Semana, el Embajador confirmó que desconocía el ofrecimiento hecho por el Jefe de Estado a Pastrana, pero aceptó que está ansioso por regresar a Colombia a ver a su nieta.
“Uno no está atornillado en el servicio público. Prestaré mi servicio full hasta el último día”, concluyó.
Al respecto, Andrés Segura, profesor y consultor en crisis y comunicación pública, sostuvo que Santos debió salir desde noviembre, una vez pasaron las elecciones en Estados Unidos, pues era claro que su presencia no iba a dar confiabilidad total al Gobierno Biden.
Según el académico, es un buen momento para recomponer completamente las relaciones con Washington.
“Hay una atención directa sobre lo que está pasando en Colombia y se vienen muchos apoyos en temas como excedentes de vacunas para el covid a través de las agencias de cooperación, algo que Estados Unidos está replanteando y que tenemos que ver cómo va a entrar Colombia en ese juego”, expresó.
Por otra parte, para el consultor y analista político Andrés Mejía Vergnaud, que Duque esté buscando a un expresidente para asumir las riendas frente al nuevo inquilino de la Casa Blanca significa que entiende que tiene problemas y que necesita personas del más alto nivel para recomponer el camino.
“Se necesita alguien que tenga reputación, credibilidad y experiencia. Pero, sobre todo, que no sea visto como un uribista puro. Se necesita una persona moderada, que renueve esa representación y pueda ayudar a diluir el recuerdo de que el Gobierno colombiano se la jugó por el rival de Biden”, manifestó.
A su turno, la consultora en comunicación política Laura Herrera agregó que es fundamental que el eventual reemplazo de Santos sea alguien que desbloquee la agenda diplomática, no genere resistencias, que tenga relación con los dos partidos y pueda disminuir el disenso y la tensión de las relaciones.
“Pero hay un aspecto muy relevante: debe ser alguien con experiencia y peso diplomático, estamos a solo un año y dos meses de finalizar el mandato y no debería asumir el cargo alguien que venga a aprender”, puntualizó.
Finalmente, el analista político Fernando Posada aseveró que quien asuma la Embajada en Washington seguramente no será alguien del ala más radical del Centro Democrático y que la lista de opcionados se reducirá por las elecciones de 2022.
“Para representar a Colombia ante un Gobierno demócrata y liberal, como el de Joe Biden, se necesita alguien moderado y no radical. Con buena trayectoria y liderazgo. ”, recalcó.
D.A.