La periodista Jineth Bedoya fue secuestrada a las afueras de la cárcel La Modelo el 25 de mayo del año 2000, cuando iba a realizar una entrevista a un exintegrante de las Autodefensas Unidas de Colombia.
Por estos hechos, la Fiscalía acusó al dragoneante del Inpec Marco Javier Morantes como presunto responsable del delito de secuestro simple agravado, pues, al parecer, Morantes le aseguró a la periodista que su ingreso estaba autorizado, pero que debía esperar un momento para la entrada.
“En la resolución de acusación contra Marco Javier Morantes Pico se confirma la medida no privativa de la libertad y se oficia a Migración Colombia y a otras autoridades para garantizar que no salga del país y, comparezca a los requerimientos judiciales”, aseguró el ente de control.
Según las pruebas de la Fiscalía, esta demora para el ingreso había sido planeada como parte del secuestro de Bedoya por algunos paramilitares privados de la libertad, en complicidad con funcionarios del Inpec, esto como parte del secuestro de Bedoya.
“En el lugar, Bedoya Lima fue retenida, torturada y abusada sexualmente. Posteriormente, un grupo de personas la trasladó a Villavicencio (Meta), donde fue abandonada en vía pública”, precisó el ente acusador.