Este 1 de diciembre, cuando se conmemora el Día Mundial del VIH, el Ministerio de Salud y Protección Social promueve la campaña “Enfrentando Desigualdades, 40 años de respuesta al VIH”, con la que se llama la atención en que, más allá de las alternativas preventivas y de que los tratamientos son cada vez más eficaces en mantener a raya el virus, existe una deuda social en generar las condiciones de igualdad y de respeto a los derechos humanos, necesarias para avanzar en el control de la epidemia.
Señaló Ricardo Luque Núñez, coordinador del Grupo Sexualidad y Derechos Sexuales Reproductivos, que “tras cuatro décadas de la aparición de la pandemia por VIH/Sida en el mundo, hoy en día la enfermedad no necesariamente es mortal, es un evento crónico manejable, donde con una serie de estrategias de promoción de la salud (educación sexual, campañas de información) y de intervenciones biomédicas (condones, pruebas, medicamentos), es posible cortar la cadena de transmisión y donde las personas afectadas por el virus pueden llevar vidas largas y saludables”.
Sin embargo, a pesar de estos avances, aún hay un fenómeno que sigue preocupando, y es que se sigue generando una reacción social negativa frente a la enfermedad, caracterizada por negación, estigma, hostilidad, rechazo, culpa, sojuzgamiento y condena de las personas afectadas”.
“Las reacciones basadas en prejuicios e intolerancias, la desinformación, las visiones moralizantes, y la segregación de las personas y comunidades más afectadas, parecerían no dar tregua y multiplicarse en múltiples escenarios que serán difíciles de controlar sin una verdadera agenda que propicie el respeto a los derechos humanos”, insistió el funcionario.
Ante ese escenario se hace un llamado a los procesos educativos, el accionar de las comunidades y el promover escenarios de denuncia, donde se reconozcan las graves consecuencias que para la vida de los individuos y para la vida comunitaria, tiene este tipo de actitudes.
Por lo mismo, señaló Luque, “hoy 1 de diciembre, y tras vivir todos en carne propia muchos de los escenarios de limitación de las libertades, falta de oportunidades educativas o laborales, de aislamiento y encierro generados por la covid-19, es necesario reconocernos en la humanidad, en el rostro de las personas afectadas por el VIH”.
Y añadió que “es fundamental reflexionar sobre las violencias sobre las cuales el VIH vino a llamar la atención, sobre las circunstancias sociales de desigualdad, de desplazamiento forzado y de migración, sobre la necesidad de tranzar el cuerpo por dinero o acerca de la persecución infame a las personas señaladas como sospechosas o enfermas por ser quienes son, factores todos que determinan la expansión de la pandemia por VIH”.
Prevención
La mejor manera de enfrentar el VIH es desde la prevención, y hoy en día existen diferentes formas de prevenir la transmisión del virus, que van desde el uso del condón, pasando por los procesos de asesoría y educativos, y el suministro de medicamentos mediante los cuales se corta la cadena de transmisión. “Si las diferentes alternativas se emplean en forma combinada se potencia el efecto preventivo”, enfatizó Luque.
En tal sentido se recuerda a la ciudadanía que el uso correcto y constante del condón sigue siendo la manera más efectiva para evitar adquirir el VIH, así mismo no compartir jeringas, agujas ni equipos de tatuaje. No mezclar sexo con drogas y alcohol, y mantener un diálogo con la pareja sobre las medidas de protección.
A su vez, la persona ante cualquier duda o riesgo debe acudir a su EPS para hacer un diagnóstico oportuno, debe solicitar una prueba durante el control prenatal y puede tener confianza que las pruebas son seguras, confiables y se garantiza siempre la confidencialidad del resultado.
En el caso de una persona con diagnóstico positivo, ésta tiene derecho a los medicamentos, ya que están incluidos en el Plan de Beneficios en Salud que otorga la EPS. “Es de tener presente que los medicamentos prolongan la vida, el tratamiento es una medida de prevención, y tomados adecuadamente, cortan la cadena de transmisión”, explicó el coordinador.
Acciones
Desde el Ministerio se insta tanto a EPS como a IPS, a promover acciones en el desarrollo de capacidades en el talento humano en salud para mejorar la calidad y el acceso efectivo de la salud de las personas que viven con VIH/Sida. Así mismo a realizar intervenciones de promoción de la salud que incluyan información y educación en relación con derechos sexuales y reproductivos y a la prevención de enfermedades de transmisión sexual.
“Las aseguradoras y prestadores de salud también deben informar a sus afiliados sobre las modalidades de atención domiciliaria, telesalud, asesorías virtuales y telefónicas, para garantizar el acceso al diagnóstico y tratamiento del VIH/Sida”, precisó Luque Núñez, añadiendo que también se deben incrementar acciones para el acceso efectivo a la prueba voluntaria.
Así mismo, las EPS junto a sus prestadores como hospitales y clínicas, deben aumentar las asesorías sobre el uso y suministro de condones, especialmente en poblaciones clave.
Por su parte, a las entidades territoriales, se les invita a que desarrollen capacidades en las organizaciones de base comunitarias y líderes locales para facilitar el acceso a pruebas rápidas y condones.
Cifras
En 2020 se notificaron al Sivigila 13.605 nuevos casos de personas viviendo con VIH (PVV).
Del total de casos notificados, el 2,9 % (401 PVV) proceden de otros países.
De las PVV procedentes del exterior el 90,5 % (363) provienen de Venezuela.
En la distribución demográfica, del total de casos reportados, el 81,1 % (11.036) fueron hombres y el 18,9 % (2.569) fueron mujeres.
El 45,7 % (6.213) de los casos pertenecen al régimen contributivo, 38,0 % (5.167) al régimen subsidiado, no asegurados 11,2 % (1.525), excepción 4,1 % (555) y otros con el 1,1 % (145).
Para la pertenencia étnica se tiene que el 2,9 % (388) se auto reconoció como negro, mulato o afrocolombianos el 0,9 % (125) como población de etnia indígena, room, gitano con el 0,3 % (37), raizal 0,1 % (17), palenquero 0,1 % (7) y otro 98,5 % (13.031). Asimismo, del total de casos, según el área de ocurrencia 90,2% (12.275) corresponde a la cabecera municipal.
De acuerdo con el grupo etario, el grupo poblacional más afectado en el 2020 fue el grupo de 25 a 34 años con el 38,3 % (5.000) de los casos, seguido por los de 15 a 24 años con el 25,3 % (3.343). Para el mismo año, el grupo de menores de 15 años aportó el 0,5 % de los casos.
Del total de casos notificados el 2,0 % (270) correspondió a mujeres en estado de gestación; de ellas, el 24,1% (65) en primer trimestre de gestación, el 45,2 % (122) en segundo trimestre y el 30,4 % (82) en tercer trimestre en un caso no se registró las semanas de gestación.
El mecanismo probable de transmisión fue sexual en 98,2 % del total de casos; la transmisión materna infantil ocurrió en 0,4 %.