Con 63 votos a favor y 13 en contra, el Senado de Colombia aprobó en segundo debate el proyecto de ley de reforma tributaria.
El proyecto aún está siendo debatido por la Cámara de Representantes y por el momento tendrá que ir a conciliación.
El senado incluyó varios cambios: por ejemplo, sacó el pan, el bocadillo y otros alimentos, del listado de alimentos ultraprocesados que pagan el impuesto y eliminó el impuesto a las actividades comerciales de las iglesias y otras entidades que no pagan renta.
La cárcel para evasores pasó, pero con una modificación: solo hasta la tercera vez que alguien sea descubierto evadiendo impuestos irá a la cárcel.
Además, se incluyó un régimen de transición para que las empresas extranjeras que prestan servicios digitales a usuarios colombianos también paguen impuestos. La tarifa que tendrán que pagar esas compañías es el 3 % de sus ingresos en el país, aunque también podrán crear una subsidiaria en Colombia. Este impuesto desaparecerá cuando exista un acuerdo internacional sobre el tratamiento a este tipo de compañías.
“Esta proposición ha sido avalada por el ministro con el fin de que se pueda llegar a un punto medio entre la eliminación y la medida que está planteando el Gobierno sobre la presencia económica significativa”, dijo el senador Alfredo Deluque.
Con esta reforma, el Gobierno del presidente Gustavo Petro busca recaudar el año próximo 20 billones de pesos (unos 4.000 millones de dólares), cifra inferior a los 25 billones de pesos (unos 5.000 millones de dólares) previstos inicialmente debido a los cambios hechos al proyecto.
“Estamos trabajando sin descanso para sacar adelante la reforma tributaria que necesita Colombia. Nuestro compromiso con el país y el manejo responsable de la economía es total y así lo seguiremos haciendo en este Gobierno”, expresó en Twitter el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.
El proyecto se basa en una mayor recaudación de impuestos a personas naturales, la reducción de beneficios fiscales a empresas, la tributación a las bebidas azucaradas, a la exportación de petróleo, carbón y oro cuando superen cierto techo, y en una lucha frontal contra la elusión y la evasión.