Ya son tres meses en que la inflación va en “tendencia descendente”, un dato que resaltó el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla . Sin embargo, dijo que aún hay un problema por enfrentar; según explicó, al tiempo que baja la inflación de alimentos, está subiendo la del precio de los combustibles.
“Estamos corrigiendo un problema que heredamos del Gobierno anterior, que nos congeló el precio de los combustibles y eso tiene un impacto gravísimo sobre la inflación porque es una inflación comprimida que hasta ahora se está reflejando”, señaló el ministro en diálogo con Mañanas Blu, con Néstor Morales.
Precio de la gasolina y el diésel
Sobre el aumento de 600 pesos en la gasolina mensualmente como medida para contrarrestar el golpe de la inflación, el ministro Bonilla aseveró que, ahora, lo que se está monitoreando es que “lo que se suba de la gasolina no vuelva a impactar la inflación hacia arriba”, sino que se mantenga descendente.
En ese sentido, el ministro de Hacienda indicó que tan pronto se logré igualar el precio de la gasolina a $15.500, empezará a subir también el del diésel. Por eso, subrayó, Colombia necesita “llegar a la referencia internacional”, que es posible gracias al precio de los combustibles y las tasas de cambio.
“Queremos revisar. Primero cerrar el precio de la gasolina y ahí si seguir con el precio del diésel (…) Tan pronto terminemos de igualar el precio de la gasolina, comenzamos con el diésel; tenemos todavía que el 20 % se importa, es decir, un menor impacto”, puntualizó.
El ministro Bonilla agregó que el ACPM es un tema que se tocará “inmediatamente” cuando se cierre la brecha de la gasolina, pues no se pueden manejar los dos al mismo tiempo porque eso sí golpearía con mayor fuerza la inflación.
“Para este efecto, el precio internacional de la gasolina ha bajado. Originalmente el umbral debía ser 18.000 pesos, después bajó a 16.000 pesos y hoy estimamos que ese umbral está por alrededor de los 15.500 pesos; la brecha es cada vez más pequeña”, explicó.
Cuatro meses para lograr la meta
El ministro recalcó que “el impacto de la gasolina en la inflación es más pequeño que el de los alimentos”, lo que hace que se enfoquen los esfuerzos en controlar o mantener ese “impacto hacia arriba”. Por lo que están “seguros” de que se puede alcanzar una cifra de 9.5 respecto a la inflación a final de año.
“Lo que esperamos es que a final de año logremos llegar a una inflación de 9.5, es decir, que mantenga la senda en el segundo semestre de descenso, es leve, quisiéramos que se redujera más rápidamente, pero mientras no se corrija el precio de los combustibles no puede descender tan rápido”, afirmó.