El Gobierno acumula varios meses escuchando las diferentes propuestas que tienen gremios, centros de pensamiento y consultoras, entre otros, para desactivar la bomba de tiempo que significa el sistema pensional del país.
Hasta el momento, han ayudado a construir el proyecto de la denominada reforma de la protección a la vejez a través de sus exposiciones en la Comisión creada para tal fin desde Anif y Fedesarrollo hasta Asofondos, Fasecolda, Mercer, entre otros.
Sin embargo, más allá de elevar o no la edad de pensión o de la competencia entre Colpensiones y los fondos privados, todos los actores que componen el sistema pensional coinciden en que es necesario que la próxima reforma sea totalmente integral.
Uno de esos es Luis Fernando Mejía, quien sostiene que, adicional a ello, estas dos se deberían igualar a 65 años.
“Si bien el Gobierno ha hablado de que no se va a tocar la edad de pensión, las de Colombia siguen siendo muy bajas frente a países de la región y la Ocde. Se debería aumentar, ojalá a 65 años, puesto que la sociedad ha venido envejeciendo”, indicó.
Por su parte, Anif plantea reducir la llamada pensión sustitutiva (la heredada) del 100% hacia 75% y cerrar la opción de nuevos afiliados al Régimen de prima media.
Plantean también que se fortalezcan otro tipo de ingresos vitalicios como es el caso de los Beps a través de las devoluciones que recibe hoy la mayoría de trabajadores que no cumplen los requisitos de pensión.
Con 62 años para los hombres y 57 para las mujeres, Colombia tiene actualmente una de las edades de pensión más bajas de la región y es la única que conserva dos regímenes pensionales.