Sin un fondo de estabilización de precios de combustibles, el galón de gasolina en el país costaría entre $16.000 a $18.000, lo que equivale al precio actual de la gasolina extra, usada, principalmente, por los automóviles de gama alta, es decir, alrededor de $2.000 menos, según explicó Juan Carlos Vélez, presidente de Fendipetróleo.
Vélez se mostró en acuerdo con la propuesta del presidente Gustavo Petro de eliminar dicho subsidio a los combustibles, pues según dijo, el país llegó a un punto de “no retorno” y no hay otra opción más que aumentar el precio para acortar el déficit billonario que dejó el Gobierno Duque y que podría aumentar si no se soluciona ahora.
“Le hemos dicho al Gobierno desde hace mucho tiempo que empiece a tomar medidas, así sean costosas, desde el punto de vista político, para evitar llegar a una situación a la que ya llegamos hoy. Estamos en el punto de no retorno, aquí no hay otra alternativa diferente a aumentar el precio de los combustibles”, comentó.
El presidente de Fendipetróleo añadió que “este fondo se está chupando” entre dos y tres billones de pesos al mes, una cifra muy elevada que se necesita contrarrestar: “Si no se soluciona, es posible que a final del año entrante estemos hablando de un déficit de 50 billones de pesos, es una decisión que había que tomarse”.
Misma opinión comparte el presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP), Francisco Lloreda, quien aseveró que “el fondo de estabilización, como está, no puede continuar”, sin importar las múltiples opciones que se planteen para reformarlo o cambiarlo totalmente.
Creo que el Gobierno debe examinar las distintas opciones, porque hay varias; una es eliminar gradualmente el subsidio, lo que tomaría un tiempo. Lo segundo, reducirlo gradualmente y mantener algún nivel de subsidio. Otra, es crear una banda sin subsidio y a partir de un umbral ya existente o direccionar el subsidio a los más pobres desde el presupuesto nacional eliminando el fondo
Lloreda agregó que hay otra alternativa que podría contemplarse, que sería mantenerlo como un fondo social a cargo de Ecopetrol, que actualmente paga ese subsidio. Así, explicó, tendría que asumirlo “como parte de las inversiones de la empresa”.
En ese sentido, concluyó que este tipo de subsidios son para momentos determinados, más no para mantenerse por un largo tiempo y menos, precisó, en un país que busca una transición energética.