La economía colombiana enfrenta un panorama retador para 2025, luego de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) redujeran su proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3 % al 2,4 %. Según analistas, esta disminución refleja no solo el impacto de la guerra comercial internacional, sino también problemas estructurales internos como el déficit fiscal y el aumento de la deuda pública.
El exministro de Hacienda y actual rector de la Universidad EIA, José Manuel Restrepo, explicó que la rebaja en las proyecciones evidencia que las fuentes internas de crecimiento en Colombia aún son débiles. “La dependencia en la administración pública sigue siendo alta. No obstante, es mucho mejor que el año inmediatamente anterior, y el desafío ahora es lograr tasas de crecimiento más sólidas”, comentó.
Por su parte, César Pabón, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, señaló que aunque el país tuvo un inicio de año positivo, la revisión a la baja está directamente relacionada con la guerra comercial, especialmente con Estados Unidos, de donde proviene cerca de un tercio del comercio y la inversión extranjera en Colombia.
El profesor de Hacienda Pública de la Universidad del Rosario, Henry Amorocho, añadió que, pese a la incertidumbre global, hay signos alentadores a nivel interno. Señaló que la inflación en Colombia podría caer al 5 % en abril, lo que permitiría al Banco de la República iniciar un ciclo de reducción de tasas de interés, impulsando así la recuperación económica.
Mientras tanto, expertos coinciden en que el crecimiento proyectado para 2025 resulta insuficiente para las necesidades del país, por lo que urge fortalecer los motores internos de la economía y mejorar la confianza inversionista.